Edward Dufner

Solsticio de verano

Alrededor de 1920

Edward Dufner fue apodado por sus colegas el "Pintor del Sol" por su maestría en la creación de efectos atmosféricos. Sus cuadros son muy apreciados por su luminosa representación de la luz del sol impregnada en la naturaleza, y sus temas transmiten un sentimiento fuertemente romántico, casi simbolista. El cuadro, Evening Song, figura entre las obras estadounidenses más importantes de principios del siglo XX. La disposición de la composición se deriva de la división clásica en tres partes del plano pictórico. El padre del Modernismo, Poussin, exploró estas técnicas compositivas en el siglo XVII, que Dufner estudió a fondo durante su estancia en París. Los elementos postimpresionistas son evidentes en el primer plano, donde se utiliza una técnica divisionista para crear la ilusión de una luz que parpadea sobre el agua suavemente ondulada. Dufner no abordó este estilo a la manera matemática de Seurat, sino que estudió la teoría del color para expresarlo intuitivamente. En el plano medio y el primer plano inmediato de la obra, aplicó una pincelada vigorosa y agitada, yuxtaponiendo colores primarios con matices lavanda y rosa. Este método crea la sensación de una luz que se desvanece lentamente, como la que se observa al atardecer. Su asombrosa habilidad para transmitir la hora exacta del día y la atmósfera del escenario no tiene parangón entre sus contemporáneos.