Igor Fomin

Kostacis con sus colibríes Escena figurativa popular en un ambiente renacentista

Fomin es un artista de la narración. Es un cuentacuentos en su vida cotidiana, narrando anecdóticamente el lado divertido de la vida, y es un cuentacuentos en su vida profesional, llevando al lienzo escenas populares realistas ambientadas en escenarios de cuento de hadas, donde el tema siempre se trata con ironía y humor. Los títulos de sus cuadros nos hablan de personajes excéntricos de una época, una cultura, una sociedad (¿cuál?), no importa, es una realidad distorsionada con un toque romántico y sentimental, que nos lleva a referentes como Brueghel el Viejo, El Bosco y Chagall, dentro de una estética y un cromatismo propios de la pintura renacentista donde Fomin desarrolla sus originales escenas jugando con el diseño de espacios, paisajes, edificios, personajes y vestuario. Un director de escena que nos hace sonreír, pero también reflexionar sobre su original interpretación del ser humano, porque éste es el principal protagonista de sus cuadros. Igor Fomin (Minsk, Bielorrusia, 1963) estudió arquitectura en la Universidad de Minsk, pero ya en esa época mostraba su afición por la pintura. Sus primeros trabajos en el mundo de la pintura en esta época fueron como diseñador gráfico por encargo. En 1988 empezó a pintar cuadros, un pequeño precursor del estilo por el que ahora se le reconoce. Durante este periodo, su amor por la música también le llevó a estudiar guitarra clásica, tema que desarrolló ampliamente en su pintura. La música y la arquitectura son dos elementos permanentes en sus cuadros. En 1992 se instaló en España con su recién creada familia y, al no poder trabajar como arquitectos por su desconocimiento del idioma, él y su mujer, la pintora Elena Narkevich, empezaron a colaborar con galerías de arte, y su obra pronto empezó a ser reconocida. En 1994 fue admitido en la Asociación Española de Pintores y Escultores. Durante estos años ganó un segundo premio en el Concurso de Arte Naif. En 1996 obtuvo el primer premio en el Salón de Otoño organizado por la Asociación Española de Pintores y Escultores. Desde 1989 Igor Fomin y su familia viven y trabajan en España. Participa en importantes Ferias de Arte (por ejemplo, Art New York 2018), y sus obras se encuentran en colecciones privadas de Rusia, Alemania, EE.UU., Reino Unido y muchos otros países.