Un zafiro ovalado con un diamante en forma de bala en el hombro

Décadas antes de que nacieran lujosas casas de joyería francesas como Van Cleef & Arpels y Cartier, Marie-Étienne Nitot (1750-1809) fundó la casa que se convirtió en la internacionalmente estimada Chaumet, que, durante siglos, ha creado atemporales collares, relojes, anillos, diademas y otras joyas y accesorios para la realeza y las luminarias de Hollywood.

Antes de abrir su propia joyería, Nitot trabajó como aprendiz de Ange-Joseph Aubert, joyero de la corte de María Antonieta, y colaboró en piezas para la reina. En 1780, se marchó al lado de Aubert para abrir su propia maison.

Sobreviviendo a la agitación de la Revolución Francesa, Nitot no tardó en encontrar fastuosos encargos con los nuevos gobernantes. El emperador Napoleón Bonaparte anhelaba que Francia volviera a ser el epicentro del lujo, convirtiéndose él mismo en el rostro de moda del próspero país. Los encargos de Nitot para Napoleón comenzaron con la tiara papal para el papa Pío VII, que incluía una esmeralda de 414 quilates entre sus miles de piedras preciosas, y la espada de la coronación de 1804, una pieza decadente en la que destacaba el diamante Regente de 140 quilates.

La joven casa de joyería pronto se convirtió en el joyero oficial de la Corte Imperial, en el joyero personal de la emperatriz Josefina y en uno de los joyeros más solicitados de Europa. El trabajo de Chaumet en esta época contribuyó a popularizar la tiara como símbolo de estatus, con piezas ornamentadas diseñadas para Josefina y la emperatriz María Luisa, segunda esposa de Napoleón.

Tras la muerte de Nitot en 1809, su hijo, François-Regnault, tomó el relevo en 1812 y trasladó la maison a la plaza Vendôme, convirtiéndola en el primer negocio que ocupó el centro parisino del lujo. Para entonces, Chaumet ya había incluido relojes en su oferta, como relojes de pulsera adornados con piedras preciosas y equipados con movimientos fabricados por Breguet (que abrió una tienda en la Place Vendôme en 1933).

Tras la caída del Imperio Napoleónico, sus sucesores Jean-Baptiste y Jules Fossin se centraron más en los estilos románticos de joyería que hacían referencia al pasado y a la naturaleza, un enfoque que continuaron Valentin y Prosper Morel. Fue Joseph Chaumet, director de 1885 a 1928, quien dio a la maison su ilustre nombre y la introdujo en la del siglo XX con joyas, accesorios y tiaras inspirados en la extravagante decoración de la Belle Époque.

Más tarde, con el hijo de Joseph, Marcel Chaumet, como sucesor, la casa se presentaría en la Exposition Internationale des Arts Décoratifs et Industriels Modernes de París - de la que deriva el término Art Decó - y, junto con empresas como Cartier, sería considerada líder en la introducción de los diseños extravagantemente geométricos y las combinaciones de colores de alto contraste de la joyería Art Decó en la escena mundial.

Chaumet se ha adaptado a lo largo de los años para satisfacer los gustos y tendencias cambiantes. La casa sigue reinando en el mundo de la joyería de lujo y celebrará su 240 aniversario en 2020. Desde 1999, forma parte del grupo LVMH. Sus salones y taller de alta joyería siguen funcionando en la plaza Vendôme, donde engastadores, pulidores y joyeros elaboran anillos, pendientes , relojes y tiaras muy populares.

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