Charissa Brock

Volantem Colorum

2020

Trabajo principalmente con bambú, y el trabajo de mi vida ha sido explorar su potencial como material artístico. Hasta la llegada de Internet, poco se sabía de este material en EE.UU., a pesar de haberse utilizado durante siglos en otras partes del mundo. Cuando era estudiante de posgrado en Tyler, descubrí el bambú mientras investigaba otras estructuras vegetales. Me desconcertó la estructura del bambú y empecé a investigar cómo utilizar sistemas para crear formas con este material. En el transcurso de mis investigaciones desarrollé técnicas que sigo utilizando hoy en día, basadas en la creación repetida de gestos sencillos. También utilizo técnicas tradicionales que he aprendido de los artistas japoneses del bambú. Mi material me inspira y me mantiene en una búsqueda para aprender nuevas formas de conceptualizar y ejecutar formas. No veo límites al potencial del bambú como material artístico sostenible y lo considero uno de los materiales del futuro. La estructura física del bambú se presta a ser desmontada y reconstruida en estructuras estampadas. A éstas les añado detalles con técnicas de costura y cristal. El cristal atrapa o refleja la luz. Los detalles acercan al espectador y llenan toda su línea de visión de matices creados por la mano humana y la naturaleza. Cuando abandonen la presencia de la pieza y salgan al mundo, espero que recuerden que hay belleza en los detalles y los patrones, que mirar de cerca requiere estar presente, y que en el presente es donde sucede la vida. Mi vocabulario técnico es amplio y se presta a crear obras grandes y pequeñas. Mis inspiraciones son amplias. Dedico tiempo a observar el paisaje y las criaturas que hay en él, pienso en la forma en que se mueven el aire y el agua, y en el patrón en que crecen las plantas.También miro el mundo microscópico en busca de inspiración, los patrones fractiles, las diatomeas e incluso las estructuras moleculares son fuente de inspiración. A esta paleta añado el entorno en el que crecí en Nuevo México y la pasión por los artefactos. Tuve una experiencia crucial en Roma, durante mis estudios de posgrado, visitando museos arqueológicos con compañeros de clase. Los artefactos antiguos que había dentro no tenían descripciones identificativas en inglés, así que mis compañeros y yo tuvimos que adivinar lo que estábamos viendo. Cada uno tenía una idea diferente basada en sus experiencias previas. Este juego de adivinanzas me pareció increíblemente inspirador y, desde aquel día, he intentado invocar la misma experiencia en mi propio trabajo, inspirándome en varias referencias a la vez y abstrayendo las formas. A medida que se va gestando una obra de arte, tengo en mente una historia, un sentido del lugar o un punto de referencia. Utilizando un ala, una hoja o un elemento o motivo del paisaje, invoco una historia. No es importante que el espectador traduzca con precisión las referencias que hago. Quiero que los espectadores participen en un juego de adivinanzas inspirado en sus propias vidas. Utilizando la forma y una narrativa abstracta, me esfuerzo por crear poesía visual.