Jens-Christian Wittig

Corredores de laberinto Quattro

2017

Un mundo de imágenes: Entre la pintura y la fotografía Pintado por un objetivo Pintura digital BIO: (JCW) Jens-Christian Wittig nació en Weimar (Alemania) en 1962 y estudió en Dresde de 1983 a 1989. Durante más de 25 años, ha participado en múltiples proyectos internacionales de arte y urbanismo en diversos países, como Alemania, Francia y España. Proyectos posteriores le llevaron también a Rusia y Oriente Medio. Tras ganar varios concursos internacionales, fue invitado a Shanghai en 2001. Aquí el artista vivió y trabajó durante 18 años. El tiempo que pasó en Shanghai le formó fuertemente como artista y le sirvió de fuente de inspiración para proyectos y para su trabajo como artista. Wittig siguió intensamente el rápido desarrollo y los avances de las tecnologías digitales. Paso a paso, los descubrió como herramientas para su creatividad, igual que el lápiz, el pincel y la cámara de sus años mozos. En sus imágenes de transformación digital, trabaja con este nuevo medio para crear su mundo artístico específico y único, tomando técnicas clásicas aprendidas de composición y perspectiva y llevándolas a la era digital. Los trabajos de JCW en el inicio y en la impresión son técnicas fotográficas. Sin embargo, al concluir, ya no son fotografías, sino composiciones transformadas. En todas las imágenes se aprecian pinceladas y sofisticados elementos gráficos. La complejidad, profundidad, brillantez y gama de colores resultantes de sus imágenes serían difíciles, si no imposibles, de producir mediante técnicas pictóricas o gráficas en el sentido clásico. Sus obras, únicas y elaboradas, se crean mediante un complicado y a menudo largo procesamiento digital, principalmente mediante el uso de un ordenador. JCW descompone el material inicial, añade elementos nuevos y complejos y recompone -utilizando técnicas de pintura lacada- para crear estas expresiones en forma de imagen. Las imágenes en sí no son importantes para JCW. Para él, la verdadera imagen sólo la ve el espectador. Su imaginación y fantasía, su interacción personal con las imágenes y, finalmente, la formación de la opinión -positiva o negativa-, ésta es la "imagen real". Por eso el artista no ofrece explicaciones ni descripciones de sus motivos. Algunos espectadores han quedado tan atrapados por la intensidad de las imágenes, que han oído música: una reacción emocional inconsciente de los sentidos que subyace a lo visual... JCW fotografía, dibuja, luego trabaja únicamente digitalmente y finalmente crea. Él abre la puerta a un mundo lleno de belleza desconocida y por descubrir: figuras misteriosas y paisajes fantásticos con un sentido de lo familiar. Detalles y fragmentos aparentemente conocidos se mezclan con inesperadas cascadas de color, oro y purpurina. Otras imágenes se velan, revelando sus secretos poco a poco. JCW se deja inspirar tanto por la forma más grande como por el píxel más pequeño; permite el libre flujo de la vibración transformando las imágenes en creaciones intensamente coloridas. Inventor y explorador a partes iguales, trabaja meticulosa e intuitivamente creando obras de arte llenas de suspense y emoción que dejan al espectador boquiabierto y asombrado.