Lee Friedlander

Sin título (esquina de una calle de Chicago)

1968

Lee Friedlander es conocido sobre todo por sus fotografías callejeras que llegaron a definir un nuevo estilo de fotografía documental en la década de 1960. Estaba igualmente comprometido con su serie Desnudos, que fotografió durante doce años, a partir de finales de la década de 1970. Aunque el desnudo es el más clásico de los temas, las representaciones de Friedlander son cualquier cosa menos eso, pues nos presentan figuras que no proceden del canon de la historia del arte, sino de la cultura contemporánea. Estas mujeres no están idealizadas ni glamourizadas, sino que son los cuerpos reales de la gente corriente. De hecho, tras encontrar modelos a través de su red de amigos, fotógrafos e incluso anuncios, las visitaba en sus casas y las fotografiaba en sus camas, entre sus posesiones. Esto aumentaba su sensación de comodidad y, en última instancia, la sensación de intimidad de los espectadores con los sujetos. Una de esas modelos fue Madonna, que posó para Friedlander entre 1979 y 1980, pocos años antes de la publicación de su primer álbum en 1983. Por aquel entonces, Madonna era bailarina en Nueva York y luchaba por sobrevivir trabajando como modelo y con pequeños papeles en películas de bajo presupuesto. Se cree que le pagaron 25 dólares por las sesiones. Aunque su fama se disparó con los años, estas imágenes siguen siendo emblemáticas de los comienzos de su carrera, antes de que perfeccionara la imagen pública por la que es conocida.