François Fiedler

litografía original

1967

François Fiedler nació en Kassa, Hungría, en 1921. Empezó desde muy joven pintando retratos académicos y copiando a los grandes maestros del pasado. Tras sus estudios universitarios, ingresó en la Academia de Bellas Artes de Budapest. A los 25 años, en 1946, Fiedler se trasladó a París. Durante este periodo, inmediatamente después de la guerra, su obra empezó a evolucionar hacia la abstracción, practicó una pintura gestual en la universidad y se organizaron sus primeras exposiciones individuales. También participó en exposiciones colectivas como el Salon des Réalités Nouvelles y el Salon de Mai. El amigo de Fiedler, Joan Miró, le presentó a Aimé Maeght, también a Braque y Calder, siguiendo el ejemplo de Tàpies, Ubac y Tal Coat, Fiedler se convierte en uno de los artistas del círculo que gravita hacia el famoso galerista. Esto le aseguró numerosas exposiciones. Durante 1959-74, se le dedicaron íntegramente cuatro números de la revista Derrière le Mirror. Aunque la pintura siguió siendo su principal medio de expresión, Fiedler experimentó durante varios años con el aguafuerte. Marcando su destino, consiguió un estilo original, un relieve que añadía una particular intensidad dramática a su obra. La alquimia mágica que surgió de su grabado se alía con un planteamiento estético extremadamente riguroso que nutrió a Fiedler y es prueba de su cuestionamiento. Eso se convirtió en el punto de partida de una reflexión sobre lo singular y lo múltiple, sobre la noción de identidad, que es fundamental en su obra. Durante estos diversos periodos, Fiedler jugó con lo inusual de su estilo. El artista ilustró diversas obras, como San Juan de la Cruz, Hércules y Claude Ollier. Trabajó durante más de 2 años en 35 aguafuertes para las Ilustraciones de la Evangelina según San Mateo, pero la publicación de esta obra se vio comprometida por la muerte de Aimé Maeght en 1981. Fielder siguió sin ser reconocido a pesar de la importancia de su trabajo.