Veranika Rokashevich

Calma , 50 cm, acrílico, lienzo

Mi alma siempre se sintió atraída por las manchas de color y las pequeñas cosas que nadie ve. Las formas redondeadas me obligaban a explorarlas durante horas. Mi camino hacia la Abstracción duró 7 años. Cuando por fin me decidí a expresar mis sentimientos en el lienzo, ya no pude detenerme. Mezclar pintura acrílica con agua en un barreño, verterla sobre el lienzo y dar pinceladas seguras con una fregona me hace sentir viva y feliz de verdad. Me encantan las reacciones de la gente cuando ven mis cuadros. Eligen el que más les gusta y adivinan cuál es: ¿océano, espacio o tal vez una montaña? Tengo el lugar para cada alma. Mis grandes lienzos abstractos redondos están llenos de vida. Me considero un guía. Me vienen imágenes a la mente y no me sueltan hasta la realización. Mi objetivo es transferir honestamente estas señales, emociones y energía al lienzo y mostrárselo a la gente.