YiYi,Jeong-Eun

Allí, Autumn_201937

2019

La razón por la que percibo vivacidad en la naturaleza es porque la apariencia y el movimiento de cada objeto de la naturaleza cambian a cada momento. Mis sentidos que detectan ese cambio se abren cuando me encuentro (enfrento) con la naturaleza, y esos sentidos se expanden al máximo o se activan para sentir tanto lo visible como lo invisible. Cuando estoy rodeada de naturaleza por todas partes, esos objetos se reúnen en un espacio (lugar) para demostrar los cambios de cada momento, así como la temporalidad única de cada uno de ellos. Mi cuerpo, que desea sentir muchas cosas, abrirá automáticamente todas las puertas sensoriales a la naturaleza sin esforzarse. Probablemente, los objetos de la naturaleza nunca estuvieron en las mismas condiciones, energía o imagen desde su nacimiento hasta su desaparición. Yo también soy así. Un libro que parece tener el mismo aspecto que ayer, en realidad está cambiando con el tiempo, aunque no se aplique ninguna fuerza visible desde el exterior (mover o rasgar el libro, etc.). Un libro no puede ser el mismo que cuando se hizo por primera vez, porque el polvo se acumula y el sol brilla sobre él. Simplemente, el cambio es más lento y menos visible que cuando el árbol era un objeto natural. Muchas cosas que habitan en el medio natural conservan regularmente marcas en todo el cuerpo debido a los elementos del tiempo cotidiano, como la luz solar, el aire, la humedad, el viento y el clima. Estas marcas son grandes y reconocibles o finas e imperceptibles. Puede ser una marca dejada inmediatamente por una catástrofe natural o una marca lenta dejada por la brisa suave o la luz. En cualquier caso, no puedes evitar que te influyan. Así, tanto los animales en movimiento como las plantas inmóviles acumulan el paso del tiempo en el cuerpo o en el exterior, cambiando lenta o notablemente incluso mientras hablamos. Entre la naturaleza, los objetos que me resultan fáciles de observar lentamente son los árboles, los bosques, los lagos, los ríos y los océanos. Además, la naturaleza es un objeto y un lugar que me permite percibir con mayor agudeza el hecho de que soy una de las cosas cambiantes. Aunque soy un ser humano, la naturaleza me ayuda a darme cuenta de que también soy un animal vivo. Puesto que amo la naturaleza como un lugar que me permite apreciarme como un ser completamente vivo, alejado de la sociedad en la que debo vivir como humano, mi deseo de articular esa propiedad de la naturaleza se hace más fuerte cada día. darme cuenta de que yo también estoy viva cuando veo las nubes surcar el cielo cada hora o miro el sauce que sopla al viento u observo el brote que crece en la hierba, revelando su figura una hoja tras otra. Tal vez esté más acostumbrada a ver el cambio en los demás que a ver el cambio en mí misma. El exquisito momento en que su "vivacidad" y mi "vivacidad" se encuentran en medio de su cambio. por YiYi,Jeong-Eun