Frank Myers Boggs

Vista del Sena, Notre Dame, París

Finales del siglo XIX

Frank Boggs fue un maestro de los cielos nublados en las pinturas de paisajes, pero se sentía más atraído por la suave luz de las mañanas brumosas y las tardes lluviosas que por la brillante luz del sol de sus compañeros impresionistas. Los críticos estadounidenses contemporáneos tendían a considerar a Boggs un impresionista, sobre todo cuando expuso en Nueva York al principio de su carrera. Pero aunque su pincel se volvió suelto y libre y su paleta se aligeró a medida que maduraba, el artista nunca adoptó por completo los métodos impresionistas. Era conocido y apreciado por sus delicadas y sutiles armonías de azul, gris y verde. A este respecto, su estilo se ha comparado a veces con el Tonalismo de James McNeill Whistler. Boggs nació en Springfield, Ohio, el 6 de diciembre de 1855. Siendo aún joven, fue trasladado a Nueva York, donde su padre era ejecutivo de un periódico. A los diecisiete años aceptó su primer trabajo, como grabador en madera en la revista "Harpers". A los veintiún años, decidió ir a París a estudiar escenografía, tras recibir el estímulo de un diseñador francés al que había conocido. Sin embargo, al no encontrar en París a nadie que le instruyera en la profesión que acababa de elegir, se matriculó en la Escuela de Bellas Artes, donde estudió pintura con Jean-Léon Gérome. En 1923 Boggs obtuvo la nacionalidad francesa. Tres años más tarde, estaban en marcha los preparativos para concederle la Legión de Honor. Cuando se le informó de este codiciado reconocimiento por parte de su país de adopción, expresó una gran alegría. Lamentablemente, Frank Meyer Boggs murió, sin embargo, el día antes de que se hiciera público el premio, el 8 de agosto de 1926.