Gershon Benjamin

"Puente de Brooklyn II"

Alrededor de 1962

En una obra que abarca siete décadas, el oscuro artista modernista estadounidense Gershon Benjamin exploró una variada gama de tonos, estilos y temas en acuarela, óleo y carboncillo. Benjamin no se resignaba a un único tema característico, sino que se centraba en un ecléctico abanico de temas. Sus cuadros incluían paisajes, retratos, bodegones y escenas urbanas.

Benjamin nació en Rumanía justo antes del cambio de siglo XX. Su familia se trasladó a Montreal en 1901 para huir de la persecución étnica. A los 10 años, Benjamin empezó a estudiar arte en el Consejo Canadiense de Artes y Manufacturas, en Quebec. Cuando tenía 12 años, la Real Academia Canadiense admitió a Benjamin.

En 1923, Benjamin se trasladó a Nueva York, donde consiguió un trabajo nocturno en el departamento de arte del periódico The Sun. También se matriculó en la Liga de Estudiantes de Arte, donde aprendió grabado con el notable litógrafo Joseph Pennell y dibujo con el ilustrador John Sloan.

Benjamin encontró inspiración en la obra de Pablo Picasso y Paul Cézanne. Representó la vida urbana en meditativos cuadros expresionistas que más tarde suscitaron comparaciones con la Escuela Ashcan - Benjamin pintó escenas del perfil en bloques de la ciudad de Nueva York, trenes de metro elevados, calles vacías al amanecer y el puente de Brooklyn tal y como los veía de camino a casa tras su turno de noche en el periódico.

En Nueva York, Benjamin forjó amistades con personas creativas que estaban tan enamoradas del arte como él y pintaba con ellos en Gloucester, Massachusetts, durante los calurosos veranos de la ciudad. Varios de sus conocidos alcanzaron bastante fama -entre ellos los artistas Mark Rothko, Raphael Soyer y Milton Avery -, mientras que Benjamin no buscó ninguna. Y cuando los artistas de la época en Manhattan y otros lugares empezaron a trabajar en el estilo que se conocería como Expresionismo Abstracto, Benjamin siguió creando arte representativo. Permaneció en la oscuridad durante toda su carrera, negándose a promocionar o comercializar sus bodegones, paisajes y retratos.

Las obras de Benjamin forman parte de varias colecciones privadas y públicas, entre ellas la de la Academia de Bellas Artes de Pensilvania y la del Museo de Arte Ulrich .

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