Mark Bowers

Sí, pero flota - Óleo original surrealista con imágenes simbólicas

2012

Siempre ha habido atemporalidad en la apreciación de la pintura de paisaje, y a veces una respuesta casi visceral o espiritual. Sin embargo, el paisaje cotidiano contemporáneo parece despojado de algunas de estas cualidades anteriores: es lo que veo y por lo que conduzco a diario. En este entorno, busco las posibilidades críticas, viñetas que pueda aplicar, escenificar y manipular fácilmente como un diario. Mi obra consiste en pinturas de paisajes a pequeña escala muy detalladas. Se inspiran en la comodidad, la inquietud y la belleza que se encuentran en la mundana existencia de los suburbios de Chicago. Combino naturaleza, objetos decorativos domésticos, estructuras municipales y artefactos personales para insinuar la vida actual y las implicaciones futuras en la orquestación de estos elementos. Cada obra de la serie es el retrato de una búsqueda de marcas en un viaje, un intento de aprender de lo palpable y de apreciar lo intangible. Los cuadros pretenden sugerir la verdad en el momento no idealizado; la verdad real sólo existe fuera de los bordes de mi lienzo, fuera del escenario y en la experiencia del espectador. Dibujar los objetos de estos cuadros es como colocar a los personajes en el escenario de una obra de teatro, cada uno de los cuales contribuye a la dramatización. Por ejemplo, el "papel" del cielo encarna una dualidad de esperanza expansiva y presagio luminoso; el humo es el símbolo de lo desconocido, mientras que las torres de agua denotan desenlaces románticos conjurados, al tiempo que las sombras atraen lo impracticable. Encarnan el ruido de fondo y visual de una ansiedad dentro del consuelo de la vida actual.