Andrew Lyman

Botiquín

2017

Andrew Lyman sigue comprometido con el realismo, aunque su estilo desprende una especie de misteriosa cualidad de paisaje onírico difícil de identificar. Es el tipo de cualidad distintiva que marca las obras de importantes artistas emergentes. Sobre su obra en general, Lyman afirma: "Mis cuadros se inspiran en películas y fotografías para crear imágenes que parecen cinematográficas en su estructura, pero carecen de la ilusión de decisión intrínseca a ese medio. Las líneas de dirección fracturan el plano pictórico, incitando al ojo a vagar por narraciones que nunca son del todo concluyentes. No son momentos culminantes ni personajes de acción. Ellos, como nosotros, son propensos a mirar a su alrededor, a menudo unos a otros; un poco desconcertados, algo alejados. Algunas figuras y objetos están representados con todo detalle, mientras que otros pueden estar reducidos a una silueta aplastada, o están chorreando, o bien sólo están sugeridos por un miembro que sobresale. Todo lo que no se dice evoca una sensación de inquietud propia de nuestro tiempo".