Griselda Ferrandez

Rotura de graffiti

Griselda Ferrandez nació en la ciudad de Barcelona, una ciudad cosmopolita y abierta. Desde su balcón podía contemplar el mar y ver pasar los trenes de mercancías que se dirigían al puerto mercantil. Muy joven, Griselda quedó postrada en cama a causa de una enfermedad cardiaca que sólo le dejaba libros y la vista de su balcón para pasar el tiempo. Recuerda que ojeaba libros de pintores y le encantaba la forma en que los cuadros la transportaban a un mundo de fantasía a través del color y la línea. Esta temprana impresión la llevó a querer convertirse ella misma en pintora. De 1972 a 1975 estudió en la Escuela Oficial de Artes y Oficios Massana de Barcelona, considerada entonces una escuela de arte de vanguardia. A los 18 años, empezó a trabajar en el estudio de pintura donde el artista hiperrealista español Jesus Navarro ejercía de director artístico. Más tarde se enamoraron, se casaron y tuvieron 3 hijos. Describe con orgullo a cada uno de sus hijos como superdotados también en las artes. Desde su primera exposición en 1978, Ferrendez no ha dejado de pintar ni de experimentar con la pintura. Durante un tiempo, incluso impartió clases de Teoría del Arte en la escuela Tres en Raya de Castelldefels, Barcelona. Ha trabajado con pasteles, acrílicos, polvo de mármol, óleo, materia orgánica, collage, pero a lo largo de sus experimentaciones, la pintura al óleo siempre ha sido su favorita, un material que ella describe como el "más noble y polifacético". Su nueva serie de pinturas la describe como Realismo enmarcado en la Estética Pop. Utilizando como telón de fondo los colores vivos y las líneas de la publicidad y el marketing, sitúa a sus figuras femeninas como ajenas al mundo que las rodea. Describe su obra como, en muchos sentidos, una carta de amor a la vida en la ciudad, y sus figuras femeninas como una imagen especular de la vida cotidiana. Artísticamente, en esta nueva serie, se inspira en las tensiones entre las líneas que crean la composición y las connotaciones emotivas de cada forma: ondulada (suavidad, libertad, armonía...), horizontal (paz, reposo, calma). A través de estas obras puede desafiarse a sí misma a través de las diversas cuestiones tanto técnicas como psicológicas que surgen al combinar diferentes formas de arte, las cuestiones subyacentes que permanecen al trabajar en el realismo, la abstracción, así como el pop.