Oli Sorenson

Insecticida

2020

El arte de la remezcla de Oli Sorenson fue reconocido por primera vez en Londres, tras participar en numerosos eventos de arte multimedia en el Instituto de Arte Contemporáneo (2003-06), la Tate Britain (2006) y el Instituto Británico de Cine (2008-10). Asimismo, fue estableciendo gradualmente un perfil internacional al actuar en los festivales ZKM (Karlsruhe, 2002), ISEA (Helsinki, 2004), Mapping (Ginebra, 2009) y Sonica (Liubliana, 2012). Tras mudarse a Montreal en 2010, Sorenson reorientó su trabajo hacia proyectos basados en galerías, y desde entonces ha expuesto en The Power Plant (Toronto, 2014), FILE (Sao Paulo, 2015), Monitoring (Kassel, 2017) y Art Mûr (Berlín, 2018). Sorenson desbarata sistemáticamente las expectativas institucionales del artista visual como productor de imágenes propias. Su obra expone las contradicciones entre unos derechos de autor limitados y unos medios de comunicación masivamente reproducibles, pero también plantea preguntas oportunas sobre la autoría singular en una época de sobreabundancia de contenidos en red. En tales condiciones, la realización de una obra de arte contemporánea implica más procesos distribuidos que actos generativos aislados de autores originales. Más allá de las presiones del mercado para producir objetos artísticos nuevos y exclusivos, subyace una cultura material de intercambio y emulación abrazada por las sociedades en red. Sorenson pretende desestabilizar esta prevalencia del arte creado desde cero promoviendo gestos de cita y apropiación. Cuando copia, transforma y combina obras existentes de artistas consagrados, esos materiales culturales se reutilizan y reciclan no a pesar de sus vínculos patrimoniales con propiedades privadas, sino en virtud de su pertenencia a un patrimonio, una comunidad y/o una memoria colectiva concretos.