Vera Kochubey

"El diablo está ocupado, habla con Dios" Pintura 59" x 43" pulgadas por Vera Kochubey

2024

Vera Kochubey nació en Moscú. Se graduó en la Escuela Estatal de Arte de Moscú y en la Universidad Nacional de Investigación de Moscú en el departamento de psicología. Obtuvo un máster en psicoanálisis y estudios culturales en la Universidad Psicoanalítica Internacional de Berlín: IPU Berlín. Sus obras quieren imponer un nuevo tipo de espiritualidad. La espiritualidad fuera de las percepciones religiosas y culturales es una espiritualidad de uno mismo. Un yo que se convierte en un elemento de conexión a través del arte con el Universo, a través del autoconocimiento. Sus lienzos en blanco y negro están invadidos por textos interrogativos o declaraciones sobre los conceptos de transexualidad, feminismo, orientación gay y lesbiana o personajes estilizados asexuales o sexualmente ambiguos. Desde 2011 vive y trabaja en Berlín. La mayoría de los cuadros de Kochubey adoptan la forma de retratos fuertemente simbólicos, a menudo combinados con afirmaciones descaradas o existenciales como "¿Has resuelto esta vida?" o "Mi verdadera voluntad puede mover montañas". Su estilo pictórico es sin complejos primitivo - "primitivo y crudo", confirma Kochubey- y sostiene que su monumentalidad a gran escala "la eligió a ella". Se aplican pinceladas contundentes y gruesas para construir rostros feroces que recuerdan a las antiguas máscaras tribales, donde las formas dentadas y los símbolos hipnóticos en forma de vórtice ocupan el lugar de los ojos. Según la artista, los rasgos desiguales y los colores vibrantes han hecho que sus cuadros reciban el apodo de "Picasso en ácido". Kochubey considera que sus cuadros son expresivos, simbólicos y atrevidos, pero también un poco "agresivos", algo que relaciona con el "aspecto punk" de su personalidad. Sin duda, hay una intrépida energía punk que impregna los cuadros de Kochubey. Su estilo se inspira en gran medida en el estilo rápido y enérgico del arte callejero - "Alguien escribe rápidamente una verdad y se marcha"-, que a su vez forma parte del tejido urbano de la capital alemana. Esta noción de autoexpresión y de expresión de las partes más profundas y ocultas del yo es fundamental en el planteamiento general de Kochubey sobre la creación artística. Kochubey, que estudió psicología y estudios culturales antes de cursar un máster en psicoanálisis, empezó a pintar de forma sistemática hace diez años, tras sufrir un gran desengaño amoroso, y su obra se basa en gran medida en las enseñanzas de Carl Jung y Sigmund Freud. Las inmensas pinturas de Kochubey giran en torno a la "espiritualidad del yo" y expresan su interés por transmitir una mayor comprensión de los diversos estratos que componen la psique humana. "Tienes que conocerte a ti mismo y lo que quieres en esta vida, tus deseos y especialmente (lo que Jung llama) tu 'yo sombra'", explica. "A veces alguien parece muy suave y mono, pero en el fondo están pasando muchas cosas oscuras". En este sentido, los cuadros de Kochubey representan una multiplicidad de yos, la "complejidad de la personalidad humana". "La mayoría de los cuadros son metafóricos: una persona se ve a sí misma no como lo haría en el espejo, sino como lo haría en su fantasía, en su fortaleza espiritual o en otra realidad. Lo que algunas personas ven en el espejo es una sustancia completamente distinta: hay un conflicto y yo intento pintarlo".