Barbara d'Antuono

Elogio de la pereza Barbara d'Antuono Arte textil contemporáneo Haití mujer de color

2024

Penélope o Parque de los tiempos modernos, Barbara d'Antuono cose a mano como otras recitan mantras y no decide nada de antemano. Deja que surjan imágenes sin ninguna coherencia particular entre sí, pero a las que da contenido en una especie de urgencia, en forma de tira no dibujada sino cosida. La exposición, al igual que el libro homónimo, recorre siete años de este trabajo asiduo y paciente a través de cerca de 30 obras textiles, verdaderos fotogramas congelados de las emociones y recuerdos de la artista, como tantos retratos de la humanidad. . Su encuentro en Haití con el Barón Samedi y la mitología ligada al vudú, así como las salpicaduras traumáticas del Coup d'Etat de 1986 y los abusos de los que fue testigo, la precipitaron en esta necesidad de decir lo indecible. Trotamundos, alimenta su obra con sus viajes, sobre todo en África, donde encuentra el vudú, y en las laderas de todos los volcanes del mundo. Creadora de la imaginación, da así a luz bajo sus dedos un mundo jubiloso, onírico, irónico, carnavalesco y a veces ingenuo. Impregnada de esta sabrosa mezcla, toda su obra se condensa en un flamante sincretismo barroco, donde el humor nunca está lejos y Haití siempre presente. Barbara d'Antuono, corsa de origen italiano nacida en 1961, abandonó Francia en los años 80 para irse a las Antillas y a Jamaica. Fue en la abundancia artística de Haití, donde permaneció 5 años, donde se inició en la pintura y la escultura, sobre todo en el taller del pintor haitiano Ronald Mevs. Se le revelan la magia, sus demonios interiores y la estética de su trabajo como artista visual. Comenzó su andadura artística con ensamblajes de madera y hueso, collages, tótems, fetiches... Babette El Saieh, hija del gran coleccionista Issa El Saieh, le dio su primera oportunidad de exponer en el Hotel Olofson de Puerto Príncipe. Tras varias exposiciones en Haití, abandonó la isla tras el golpe de 1986. De vuelta en Francia, desarrolló su propia técnica combinando escultura, pintura, grafismo, costura, poesía y música. A partir de 1995, expuso regularmente en París, Alemania... Participó en varias exposiciones colectivas, incluida una en homenaje a Wilfredo Lam en la Unesco. Reconocida por las galerías Art Factory y Art de Rien, ha expuesto varias veces en el Lavoir Moderne Parisien, así como en la Capilla del Colegio de Carpentras. En 2014, presentó algunos cuadros magnéticos, pinturas textiles y muñecas fetichistas en la exposición colectiva "Sigue mi mirada", que marcó el acta de nacimiento de L'oeil de la femme à barbe.