Bell & Ross BR S-92

El relojero francés Bell & Ross fusiona una funcionalidad fiable con un diseño minimalista clásico, creando relojes tan llamativos como resistentes. Tanto si llevan el elegante y misterioso Bell & Ross Phantom -cuyo diseño se inspira en los bombarderos furtivos- como el pragmático BRV192 Military, los usuarios de los relojes Bell & Ross saben que llevan atado a la muñeca un activo de confianza que, además, resulta muy atractivo visualmente.

Bell & Ross empezó en 1992 como un proyecto universitario entre dos buenos amigos, Bruno Belamich y Carlos A. Rosillo. La marca deriva su apodo de las primeras letras de cada uno de sus apellidos. Se inspiraron directamente en la aviación y las especificaciones militares, ya que estos dos campos exigen el máximo nivel de rendimiento de todas las herramientas que emplean. El dúo quería crear un reloj que destacara por su aspecto, pero también tenía que resistir temperaturas extremas, impactos y presión. También deseaban que su marca fuera la preferida de los expertos militares, aeronáuticos y submarinistas.

El proyecto universitario de Belamich y Rosillo se transformó rápidamente en una empresa en toda regla. Hoy en día, Bell & Ross consulta a expertos buceadores, aviadores e incluso a profesionales en desactivación de bombas para que les ayuden en su diseño. Una vez completado el esquema, los maestros relojeros construyen el prototipo en las instalaciones de producción de La Chaux-de-Fonds y los modelos que se ajustan a las especificaciones pasan a producción. Aunque Bell & Ross es conocida sobre todo por sus robustos relojes de aviación y de buceo de cuarzo en acero revestido de negro y que llevan duraderas correas de piel de aligátor -el modelo Hydromax ganó el récord mundial de resistencia al agua a finales de los 90-, la marca ha creado numerosos estilos para satisfacer toda una serie de necesidades del usuario cotidiano.

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