Sandra Blow, Pintura nº 6

Blow estuvo en la vanguardia de la vanguardia de posguerra desde muy joven, catalizada por estudiar en Roma y tomar a Alberto Burri como amante en 1947. A su regreso a Londres, los influyentes marchantes de los años 50 Gimpel Fils organizaron su primera exposición en 1951; expuso con Paolozzi, Pasmore y Adams en Roma en 1952; y tuvo su primera exposición individual en Nueva York unos años más tarde, antes de ser elegida para exponer en el Pabellón Británico de la Bienal de Venecia junto a William Scott, Alan Davie y Kenneth Armitage en 1958. Para Sandra Blow, y para tantos otros de su generación, el arte europeo fue la mayor influencia. Fue el arte italiano contemporáneo lo que más influyó en las obras de Blow de este periodo, sobre todo debido a su estrecha amistad con Alberto Burri. A diferencia de Lanyon, Heron y Tilson, que viajaron a Italia en los años cincuenta, Blow estudiaba con Burri en Italia a finales de los cuarenta. Viajó por Italia y España y descubrió de primera mano la cultura europea. Aunque Blow no produjo obra propia en Italia, aprendió mucho del maestro italiano del "arte informal". Burri trabajó en la misma línea que Tapies, Dubuffet y Afro, utilizando diversos materiales ásperos en su superficie pintada, como tierra, ceniza, cemento y arpillera carbonizada. Su ejemplo tuvo un poderoso efecto en la dirección del propio trabajo de Sandra Blow. Utilizó sus materiales y empezó a destilar su propia forma de expresionismo reductivo, preocupado por el espacio, la materia y el movimiento. El arte estadounidense también era importante y, de hecho, junto con artistas tan diversos como Alan Davie, Peter Lanyon y William Gear, Blow iba a exponer en solitario en Nueva York en 1956-57. Tras trasladarse a St. Ives en 1957, Patrick Heron ofreció a Blow alojamiento en su casa, Eagles Nest, desde donde ella encontró una casa de campo de alquiler en la cercana Tregerthen. Utilizado originalmente por D.H. Lawrence en 1916, esta casa de campo tenía una larga asociación con las artes y era adyacente a la casa de campo donde vivían Trevor Bell y Karl Wescke. Blow no permaneció mucho tiempo en Cornualles, regresando a Londres para enseñar en el Royal College of Art en 1960, donde fue tutora durante 14 años. Ganó el 2º premio en la exposición John Moores de Liverpool. Más tarde, en 1994, regresó a St Ives y trasladó su estudio para vivir allí permanentemente hasta su muerte.