Alex Katz

Bailarina 2 (recortada) - ballet, danza, azul claro, negra, rubia, vestido

2020

El color plano y las formas mínimas contrastan con las escalas a menudo monumentales de las pinturas de Alex Katz a través de las cuales crea retratos y paisajes de engañosa sencillez. Aunque el estilo austero y característico que define sus grabados y otros trabajos es ahora reconocible a simple vista, tardó una década en desarrollarlo. Durante ese tiempo, ha dicho que destruyó cientos de cuadros.

Nacido en Brooklyn, Nueva York, de padres emigrantes rusos, la familia de Katz se trasladó a Queens cuando él era un bebé y fue allí donde la pasión de su familia por las artes apoyó sus primeros intereses creativos. En 1946 se matriculó en la Cooper Union de Manhattan, donde estudió pintura con Morris Kantor. Aunque estaba influido por los colores llamativos y los bordes duros del modernismo de , se apartó del movimiento dominante por aquel entonces Expresionismo Abstracto para dedicarse a escenas figurativas de la vida que tienen un frescor inherente en su enfoque reducido. Especialmente impactantes fueron los estudios de verano que Katz realizó entre 1949 y 1950 en la Escuela de Pintura y Escultura de Skowhegan, en Maine, un lugar donde, como escribió más tarde: "Probé pintura plein air y encontré mi tema y una razón para dedicar mi vida a la pintura."

La primera exposición individual de Katz fue en 1954 en la Galería Roko de Nueva York. En los años siguientes experimentó con el collage y la pintura sobre planchas de aluminio, y en la década de 1960 su obra se inspiró en el cine y la publicidad. En la década de 1970, Katz se dedicó a retratar a grupos que representaban regularmente la escena cultural de Nueva York; en la década de 1980, amplió su enfoque a la moda y sus supermodelos. Desde finales de la década de 1950, una musa perdurable para sus retratos ha sido su esposa, Ada, mientras que otros han pintado a amigos y personajes famosos. La cercanía íntima de los rostros frecuentemente recortados en los retratos de Katz desprende una sensación de tensión con las enigmáticas expresiones y planos de color de los sujetos.

En la década de 1960, Katz colaboró con el bailarín y coreógrafo estadounidense Paul Taylor en decorados y vestuario. Su concentración en los paisajes surgió a finales de la década de 1980, cuando las vistas nocturnas atmosféricas se unieron a su práctica, que anteriormente se había definido por los colores brillantes. Siempre buscando nuevas perspectivas en su trabajo, en los últimos años ha explorado el uso de fotografías de iPhone como base para composiciones a gran escala.

La prolífica carrera de Katz ha abarcado escultura, grabados y arte público junto con sus pinturas y dibujos, y sus obras se encuentran en las colecciones de importantes museos como el Metropolitan Museum of Art, Whitney Museum of American Art y Museum of Modern Art. Ha realizado más de 250 exposiciones individuales en todo el mundo y sigue siendo aclamado. En 2022, el Solomon R. Guggenheim Museum inauguró una gran retrospectiva de su arte.

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