Cecil Beaton

Mariannna Van Rensselar con sombrero de Charles James, 1930 - Cecil Beaton

Cecil Beaton desarrolló un estilo distintivo de fotografía en el que el sujeto se sumergía en fondos hechos de materiales inusuales, como papel maché o papel de aluminio. Este fotógrafo británico, que se codeaba con la realeza, los famosos y la aristocracia adinerada, capturó a algunos de los nombres más famosos de su época. 

Beaton nació en Londres en 1904, hijo de un exitoso comerciante de madera y de un actor aficionado. Recibió su primera cámara como regalo a los 11 años. Más tarde, Beaton asistió al St. John's College de Cambridge y estudió arte, historia y arquitectura. Abandonó los estudios en 1925 y se puso a trabajar en el negocio familiar de la madera, pero su tiempo libre lo pasaba absorto en la fotografía. 

Beaton entabló amistad con Sir Osbert Sitwell, que quedó cautivado por sus fotografías y financió su primera exposición. Fue una sensación inmediata, que le llevó a trabajar con importantes revistas.

Con un contrato de fotografía de Condé Nast, Beaton se marchó a Nueva York. A finales de los años veinte, había trabajado como fotógrafo de plantilla para Vanity Fair y Vogue. Siguió cultivando su estilo de retrato único y publicó su obra en varios libros. Uno de sus mayores logros fue un encargo de la Familia Real Británica en 1939, una relación que perduró durante décadas. Durante la Segunda Guerra Mundial, sirvió como fotógrafo de guerra en África y Asia Oriental.

Tras la guerra, Beaton volvió a los encargos privados de retratos. También empezó a diseñar vestuario y decorados para el teatro y la gran pantalla, y ganó un Oscar al Mejor Diseño de Vestuario por Gigi y premios por el diseño de vestuario y la dirección artística de My Fair Lady. También ganó premios Tony de diseño de vestuario por los espectáculos de Broadway Quadrille, My Fair Lady, Saratoga y Coco. 

Beaton diseñó los decorados y el vestuario de una producción de la ópera Turandot en la Metropolitan Opera de Nueva York y después en Covent Garden, Londres. Sus diarios, que eran álbumes de recortes de su vida e intereses, han despertado un gran interés, y se han publicado varios volúmenes de ellos.

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