Kelly Wearstler

Cuando Kelly Wearstler puso en marcha su empresa homónima, en 1995, trabajaba sola en su apartamento de Los Ángeles. "Jornadas de dieciséis horas, siete días a la semana", recuerda. "El estudio ha crecido realmente de forma orgánica a lo largo de los años".

A principios de la década de 2000, el trabajo de Wearstler se clasificó como la nueva Hollywood Regency, para su desgracia. Es fácil comprender su reacción. Aunque el cociente de glamour de sus proyectos encajaba con el estilo, su estética era mucho más sofisticada que la de muchos aspirantes a diseñadores que se limitaban a vender Dorothy Draper y William Haines.

Hoy, Wearstler preside una empresa gigantesca con muchos tentáculos. Una parte se dedica al diseño de interiores residenciales para clientes de tan alto perfil como Cameron Diaz, Gwen Stefani y Ben Stiller. También cuenta con un equipo dedicado al diseño de hostelería, incluso para proyectos como los recientemente inaugurados hoteles Proper -desarrollados por su marido, Brad Korzen's Kor Group- en Austin y Santa Monica. Luego están sus diseños de productos en constante expansión en multitud de categorías: En 2019, añadió nuevas alfombras y tapetes a su colección con The Rug Company, colaboró con Georg Jensen en una colección de vajillas y centros de mesa y se asoció con Ann Sacks en una línea de azulejos encáusticos y con Lee Jofa en una línea de telas y revestimientos murales. Cada temporada, Wearstler añade nuevos productos a su línea de iluminación.

Wearstler se siente atraída por los muebles de escala atrevida y, a menudo, con dibujos gráficos, que mezcla con creaciones únicas de artistas diseñadores como Roland Mellan, Lindsey Adelman, Katie Stout, Misha Kahn, Entler Studios, Susan for Susan y Anton Alvarez.

"Para mí, es el poder de la línea", dice Wearstler. "Creo que se remonta a mi amor por el diseño gráfico. Hay tanta fuerza y belleza en una simple línea. Combínalo con geometrías y fabricación artesanal, y con una bella materialidad, y tendrás piezas de mobiliario excepcionales. En esencia, el mueble como escultura".

Por supuesto, por muy distintos que sean en estilo, tanto los primeros trabajos como los más recientes surgen del mismo impulso. Se ha descrito el característico enfoque de Wearstler respecto a los interiores como una marcha hasta "lo más alto" y luego un paso atrás. En ese sentido, Wearstler está haciendo lo que siempre ha hecho, aunque de forma más segura, con mayores presupuestos, una mayor proporción de mobiliario y arte importantes y más diseños propios. El glamour hollywoodiense que la dio a conocer hace décadas seguía la misma línea escurridiza del buen gusto que sigue manteniendo hoy su mezcla de piezas de primera clase, muebles de Memphis Group y obras desafiantes de artistas-diseñadores emergentes.

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