Giovanni Boldini

Retrato de Lucie Gérard por Giovanni Boldini

Alrededor de 1890

Giovanni Boldini fue un pintor italiano de género y retratos que vivió y trabajó en París durante la mayor parte de su carrera. Boldini nació en Ferrara y era hijo de un pintor de temas religiosos. En 1862, se fue a Florencia durante seis años para estudiar y dedicarse a la pintura. Sólo asistió en contadas ocasiones a las clases de la Academia de Bellas Artes, pero en Florencia conoció a otros pintores realistas conocidos como los Macchiaioli, precursores italianos del Impresionismo. Su influencia se aprecia en los paisajes de Boldini, que muestran su respuesta espontánea a la naturaleza, aunque es por los retratos por lo que se hizo más conocido. Al trasladarse a Londres, Boldini alcanzó el éxito como retratista. Realizó retratos de miembros destacados de la sociedad, como Lady Holland y la duquesa de Westminster. A partir de 1872 vivió en París, donde se hizo amigo de Edgar Degas. Se convirtió en el retratista más de moda en París a finales del siglo XIX, con un estilo de pintura elegante que muestra cierta influencia de Macchiaioli y un brío que recuerda la obra de artistas más jóvenes, como John Singer Sargent y Paul Helleu. Fue nombrado comisario de la sección italiana de la Exposición de París de 1889 y recibió la Legión de Honor por este nombramiento. En 1897, Boldini expuso en solitario en Nueva York. Participó en la Bienal de Venecia en 1895, 1903, 1905 y 1912. Murió en París el 11 de julio de 1931. Giovanni Boldini es un personaje del ballet Franca Florio, regina di Palermo, escrito en 2007 por el compositor italiano Lorenzo Ferrero, que representa la historia de Doña Franca, una famosa aristócrata siciliana cuya excepcional belleza le inspiró a él y a muchos otros artistas, músicos, poetas y emperadores durante la Belle Époque. A finales de 2010 se descubrió en un piso de París un retrato de Boldini de su antigua musa, la actriz francesa Marthe de Florian, oculto a la vista en un local que no se visitaba desde hacía 70 años. El retrato nunca ha sido catalogado, expuesto ni publicado, y el piso perteneció a la nieta de de Florian, que se fue a vivir al sur de Francia al estallar la Segunda Guerra Mundial y nunca regresó. Una nota de amor y una referencia biográfica a la obra pintada en 1888, cuando la actriz tenía 24 años, cimentaron su autenticidad. Un retrato de cuerpo entero de la dama con la misma ropa y accesorios, pero menos provocativo, cuelga en el Museo de Arte de Nueva Orleans. El descubrimiento de su cuadro en el apartamento vacío desde hace 70 años constituye el trasfondo de la novela de 2014 de Michelle Gable Un apartamento de París.