Lori Cozen-Geller

Mark II - escultura mural, brillante, negra, plateada, de superficie lisa, abstracta

2005

Lori Cozen-Geller es una artista afincada en Los Ángeles. Durante su proceso creativo, busca captar las emociones del corazón y de la mente y darles forma visual dentro del espacio. "Este proceso es cinético para mí. Es un viaje que comienza con un sentimiento, evoluciona hacia una emoción poderosa y luego se transforma en arte. Al congelar las emociones y darles una forma concreta, puedo sentarme y contemplar la fuerza y el significado que ahora encierra la pieza que se ha materializado como arte" - Cozen-Geller "Hay varios componentes que se fusionan para formar mi obra. Las dimensiones de la pieza, junto con el color y el acabado, representan la fuerza de la emoción de la que nació la pieza. La decisión de utilizar ángulos agudos frente a curvas suaves viene determinada por la naturaleza de las emociones que se representan. Es como si las propias emociones dictaran las especificaciones de cómo se desarrolla el arte. Al amplificar lo decoroso y lo ordinario en su trabajo -empujando de hecho sus obras hacia el ámbito de lo cotidiano-, Cozen-Geller se reta a sí misma, y nos reta a nosotros, a mantener la "condición especial" del arte. Estos objetos se presentan finalmente como arte porque manifiestan algo trascendente. No puedes sentarte en ellos ni utilizarlos; sólo puedes mirarlos. Y no puedes dejar de mirarlos. Llaman la atención, bueno, no tanto sobre sí mismos como sobre lo que dicen. Intentan traspasar la división verbal-visual para contar historias o, mejor dicho, para elaborar aspectos de la condición humana y natural. Las obras señalan la pérdida, la alienación, la socialización, el aislamiento, el desplazamiento, el descubrimiento, la autoconciencia, la autonegación y otros fenómenos circunstanciales, circunstanciales no sólo a los humanos, sino de un modo u otro a todos los seres sensibles. No hay garantía de que comprendamos plenamente el "mensaje" de Cozen-Geller. Pero su mensaje no es su principal preocupación, ni tiene por qué ser la nuestra. Cozen-Geller pretende provocar no nuestro reconocimiento de su ímpetu específico, sino nuestra captación de la forma misma en el contexto emocional que ella le da. En este sentido, rompe con el minimalismo y se remonta a una actitud anterior sobre la abstracción: la creencia, mantenida por los propios inventores del arte abstracto, de que, más que contar historias, proporcionar decoración o definir físicamente el espacio y la sustancia, la abstracción invoca sensaciones. Lo que vemos, cree Lori Cozen-Geller, es lo que sentimos". - Peter Frank, crítico de arte Cozen-Geller creció en California. Es licenciada por la Universidad del Sur de California. Vive en Venice, California, y trabaja en su estudio de Venice. La primera obra de Lori tomó forma a las pocas horas del fallecimiento de su padre, en la que la artista plasmó sus sentimientos de amor y pérdida en un trozo de papel, el anteproyecto de su primera obra.