David Collins

Corriente de deslizamiento 10

2002

Mediante la superposición de planos geométricos y motivos sencillos sobre campos de ricos colores, David Collins transmite profundidad, movimiento y una cambiante sensación de lugar utilizando los elementos formales de la pintura. En sus cuadros se desarrollan estructuras que sugieren papel plegado, fragmentos de alas, viviendas domésticas o edificios industriales. Estas imágenes proceden de recuerdos infantiles de casas, obras de construcción en el Dallas de los años 70 y del tiempo pasado en hangares de aviones cuando visitaba el lugar de trabajo de su padre. Los planos de color aparecen para crear suelos, superficies parecidas a muros, aleros y voladizos; las siluetas evocan grúas, cables y pasos elevados. En última instancia, estas nociones arquitectónicas no permanecen enteras, sino que se fracturan y se desprenden para revelar otras cámaras o el mundo exterior. Una simultaneidad de espacio interior y exterior describe el liminal intermedio. Esta caída de la forma abre los cuadros a un paisaje dinámico con una sensación de fuerzas que se mueven en muchas direcciones a la vez. Los cuadros de Collins revelan la estructura interna y el orden en medio del caos. A pesar de los espacios cambiantes y multitudinarios, los cuadros encuentran la resolución, logrando el equilibrio y la quietud. Collins se licenció en pintura en la Escuela de Diseño de Rhode Island. Ha recibido en dos ocasiones la Beca Yaddo. Su obra ha aparecido en The New York Times y Dallas Art News. La obra de Collins se encuentra en numerosas colecciones privadas y de empresas.