Peperina Magenta

Hasta Ayer

2021

Artista de collage argentino-italiano Soy un collage. Soy expresión, color y contraste. Soy los ojos de mi padre, las manos de mi abuela y la fuerza de mi madre. Mi corazón ya no me pertenece. Pertenece a mi hija. Mi motor es mi amor hacia ella y hacia su padre. Nací dos veces, la primera en Mendoza, casi a finales de los 80, pero la más significativa fue la segunda, en Dinamarca, cuando en un día soleado, Alba vino a este mundo. Más que de Lorien, soy de Rivendel, con capa y espada, a las órdenes de Glorfindel. Soy vintage, estoy enamorada de las historias de reyes, guerreros y fantasías. Soy historia argentina, San Martín y Güemes. Yo soy la que adora coser a mano y se pone las botas de colores cuando llueve. Soy una menta rosa brillante, soy Peperina Magenta. Declaración del artista Mediante la apropiación e intervención de fotografías de mujeres, en su mayoría de la década de 1950-1970, realizo obras llenas de color y contraste. Al principio, encontraba a las mujeres en las revistas de moda de mi abuela. Empezó como una mera exploración artística, pero con el tiempo comprendí que las rescataba de una época en la que las mujeres en Argentina no tenían voz, eran en su mayoría amas de casa criadas para casarse y estar calladas, con la comida preparada y los niños ordenados y felices. No había lugar para la igualdad, el tiempo libre, el amor propio, la pasión, la elección sin juicio social. El precio por ser diferente, por encontrar tu propia luz era demasiado alto, demasiada culpa. Estaban en cada página, inmóviles, ocultando sus sentimientos con una sonrisa, posando sin poder expresar sus sentimientos. Les di fuerza y voz para que mostraran quiénes son y lo que sienten a través del color y el contraste. Luego fui más allá utilizando imágenes de mujeres icónicas de la misma época. Mujeres como Marilyn Monroe y Audrey Hepburn que destacaron y brillaron. Actualmente también utilizo a las mujeres de hoy en día, ya que formamos parte de un mundo que está cambiando, mejorando poco a poco, porque conseguimos hacer oír nuestra voz. Me encuentro en cada una de estas mujeres y expreso mis sentimientos profundos y contrastados en cada obra. Siento que estoy poniendo una parte de mi esencia en cada collage y, al mismo tiempo, se están convirtiendo en parte de este gran collage que soy yo misma.