David Kessler

Progresión de la caña plateada

2019

b. 1950, Teaneck, Nueva Jersey Una de las herramientas más poderosas que posee un artista es la capacidad de tender puentes entre lo que se considera real y lo que es ilusión. Esta capacidad de alterar o mejorar la realidad es la esencia misma de un artista, y su éxito en conseguirlo suele ser el elemento que define su estatura en el campo, ya sea como pintor abstracto o realista. En ocasiones, un pintor es capaz de combinar estas dos disciplinas distintas y crear una forma de arte que mantiene la atención del espectador equilibrando la paradoja de la superficie plana pintada con la ilusión de profundidad y espacio. Durante más de veinte años, David Kessler siguió una tradición fotorrealista, a menudo representando el paisaje desértico de Arizona, donde vive. Estos cuadros de gran complejidad y consumada factura han atraído la atención de coleccionistas y conservadores de todo el país. Los cuadros de Kessler invocan y utilizan tanto la respuesta romántica a la naturaleza, que elogia la vista sublime y sobrecogedora, como la respuesta clásica al paisaje, que es lírica y domesticada. David Kessler nació en Teaneck, Nueva Jersey. Obtuvo la licenciatura en Bellas Artes en la Universidad Estatal de Arizona en 1972 y el máster en Bellas Artes en el Instituto de Arte de San Francisco en 1975. Sus cuadros se exponen internacionalmente desde 1977, con muestras en Tokio, Chicago, Los Ángeles, Miami y Nueva York. Los cuadros de Kessler están en las colecciones permanentes del Museo de Brooklyn, el Museo de Arte de Minnesota y la Embajada de Estados Unidos, entre otros. También está representado en las colecciones corporativas de IBM, Prudential Life Insurance, McDonald's, AT&T, Clorox y otras empresas de todo el país. La artista vive y trabaja en Scottsdale, Arizona.