KC Pollak

Fuego y hielo, Pintura abstracta a tinta, 2019

2019

He sido artista toda mi vida, desde que podía sostener un lápiz. Siempre me ha gustado dibujar y pintar. Mis estilos han variado a lo largo de los años, desde el realismo hasta la abstracción y todo lo que hay en medio. Los medios con los que más me gusta trabajar son: óleo, lápiz de color, carboncillo, grafito, acuarela, pluma y tinta, tinta de alcohol y acrílico. Actualmente estoy experimentando una enorme libertad creativa trabajando en arte abstracto. Vivimos cerca de Colona, a la sombra de la montaña Buckhorn (oeste/centro de Colorado) y ¡nos encanta este lugar! Es remoto, despejado, tranquilo, pacífico y hermoso. La inspiración que siento aquí en mi corazón es algo por lo que te estaré eternamente agradecida. ¡Me hace cantar el alma! El 12 de febrero de 2017 tuve un accidente de esquí en Telluride. Alguien me golpeó por detrás y me dejó inconsciente durante unos minutos (sí, llevaba casco) y me rompió la clavícula. En consecuencia, sufrí una conmoción cerebral que ha cambiado mi vida para siempre. Mi creatividad ha cambiado. Me ha pasado algo en los ojos y me cuesta hacer los pequeños detalles que solía hacer. Pero algo también hizo clic en mi forma de enfocar el arte. La libertad de la abstracción me ha ayudado a curarme y a afrontar la situación. No sólo por el accidente, sino por muchos aspectos de mi vida. He aprendido lo que significa el verdadero perdón (tanto dar como recibir). Ahora comprendo mejor lo frágiles que son nuestras vidas y lo rápido que pueden arrebatárnoslas. ¡Muchas cosas pueden cambiar en un abrir y cerrar de ojos! Ese momento creó un cambio de paradigma completo en mi vida. Sobre todo para mejor. Hay una vieja cabaña (de más de 100 años) en la propiedad donde vivo que he convertido en mi estudio de arte. Es mi retiro y santuario. Cuando estoy en esta cabaña, la creatividad estalla en un derroche de pintura y color. Esto, creo, es mi padre celestial obrando a través de mí. Aún no estoy segura de cuál es el gran propósito, pero mantengo la mente y el corazón abiertos. Espero aventuras porque, en realidad, no hay forma de saber qué sigue. Como siempre digo, "no se trata de vivir eternamente, sino de crear algo que lo haga".