Terri Froelich

Hablar dormido

La fotografía ha sido una gran pasión desde mi juventud, sin embargo la evolución de la fotografía digital creó un vacío respecto a la precisión y tactilidad de la fotografía de película. En 2002, empecé a experimentar y a "pintar" con mi fotografía. Mis primeros trabajos consistían principalmente en collages de mis propias imágenes fotográficas, que con el tiempo se transformaron gradualmente en pinturas de técnica mixta con sólo toques de fotografía. La fotografía sigue siendo una gran parte de mi vida y una forma preferida de registrar observaciones abstractas del color, el diseño, las texturas, las líneas, las formas y mucho más. La inspiración para mi trabajo se encuentra en los detalles descubiertos durante la exploración y los viajes: la naturaleza, la playa, el agua, la arquitectura, el óxido, la topografía, ¡por nombrar algunas fuentes! Me centro en las formas y el color, ¡no es un juego de palabras! Así es como funciona mi mente mientras exploro. Contemplo el caos de una escena a través del objetivo de la cámara, organizo los componentes y extraigo los detalles en un orden simplificado. La práctica de la fotografía, ver el equilibrio y la composición a través de mi objetivo, es como una memoria muscular que guía mi pintura y mi intuición. Siento que mi trabajo seguirá moldeándose por la conciencia de lo que me rodea. El disfrute proviene no sólo del descubrimiento, sino también de la reproducción de detalles rústicos. Mi reto es conciliar experiencias diversas y a veces contradictorias en una obra de arte equilibrada que exponga un fuerte significado personal.