Mark Schiff

Puesto de refrescos

2002

Viajar por todo el mundo ha encendido la creatividad del artista Mark Schiff, que revela a través de sus composiciones en acuarela, acrílico y óleo. "Viajar me recuerda que formo parte de un vasto universo lleno de lugares extraordinarios y personas interesantes", afirma. "La aventura de viajar me da una sensación de libertad expansiva que a menudo se convierte en inspiración para muchos de mis cuadros". Sus viajes le han llevado a diversos lugares, y explica que cada viaje aumenta su capacidad de abarcar un amplio espectro de emociones que sirven a su proceso creativo. Muy influido por su interés por la cultura, la música y el yoga, la capacidad de Schiff para dejarse guiar por la intuición le abre a lo que él denomina "el océano de creatividad interior". Desde este lugar pinta con trazos audaces y deliberados, creando cuadros llamativos que chisporrotean de energía y atraen la atención del espectador. Por encima de todo, Mark Schiff es un creyente en la solidaridad de la humanidad. Tras escuchar las experiencias de su padre durante la Segunda Guerra Mundial, Schiff se sintió conmovido por la difícil situación de la guerra, su efecto en las personas y la inhumanidad del hombre hacia el hombre. "Estas historias me inspiraron a pintar como una forma de aportar simplemente más belleza a nuestro atribulado mundo".