Anthony Steyn

Karoo - Atardecer II", de Anthony Steyn, Pintura acrílica sobre tabla de lienzo

2022

Anthony es un artista autodidacta que creció en Sudáfrica durante la época del apartheid. Criado por una madre artista, Anthony desarrolló una fuerte atracción por la naturaleza y el aire libre. De adolescente, su fascinación por el proceso creativo y su adoración por la vida salvaje le inspiraron sencillos bocetos de aves en blanco y negro. Pronto su exploración artística le llevó a dibujar paisajes y árboles. Cada ilustración conservaba una conexión personal con el paisaje que amaba. A pesar de la curiosidad creativa de Anthony, se dedicó directamente al oficio de fontanero por necesidad, ya que en aquella época las oportunidades profesionales en los campos de la conservación y la gestión de la fauna eran mínimas. Tras completar su formación oficial, dirigió con éxito un negocio de fontanería durante varios años antes de abandonar Sudáfrica por motivos de seguridad y por el deseo de ampliar sus horizontes. Emigró a Irlanda e inmediatamente empezó a echar de menos su patria sudafricana. Pero el tenaz deseo de Anthony de volver a visitar su infancia y reforzar su conexión con Sudáfrica le inspiró para pintar su primera obra. Su creación de un hombre solitario de pie en una colina bajo un árbol y mirando hacia un paisaje extenso le dio la chispa suficiente para dedicarse a su oficio. Tras dos años viviendo en un minúsculo apartamento en Dublín, Anthony, su mujer y una hija emigraron a Oklahoma prácticamente sin nada. Anthony utilizó sus conocimientos de fontanería para poner en marcha otro negocio y construirse una nueva vida rápidamente. Poco después, su amor por su tierra natal y sus ansias artísticas le llevaron de nuevo ante el lienzo, donde pintó paisajes, montañas, puestas de sol y amaneceres. Inspirándose en cuidadosas observaciones cotidianas, Anthony utiliza cada cuadro para explorar recuerdos entrañables de la infancia y la juventud a través de un escenario de su pasado. La yuxtaposición entre el esplendor de su tierra natal y la verdad de que la mayoría de los niños que vivían bajo el régimen del apartheid no podían experimentar esta belleza, de la misma manera, crean una creación profundamente personal. Espera que sus cuadros ofrezcan una visión del mundo que otros no pudieron ver y personifiquen la belleza de la que tuvo la suerte de ser testigo. En la actualidad, Anthony dirige a tiempo completo su exitoso negocio de fontanería y promoción inmobiliaria, y pasa las tardes y los fines de semana utilizando su arte como vía de escape para volver a visitar su pasado con frecuencia. Aunque cada una de sus creaciones le hace echar mucho de menos Sudáfrica, espera que otros encuentren en su obra la misma alegría que él experimenta pintándola.