Serghei Ghetiu

El bosque de otoño

2025

Serghei Ghetiu nació el 1 de enero de 1976 en la pequeña ciudad de Soroca, en Moldavia. Desde muy joven le fascinó modelar arcilla y dibujar. Su primera exposición tuvo lugar ya en el vivero, más tarde en la casa de cultura de la ciudad. El dibujo y la pintura le fascinaban, por lo que no dudó en seguir estudiando. Asistió a una escuela de arte de la que se graduó con éxito en 1991. Como la Escuela Superior de Bellas Artes estaba en la capital, Chisinau, y él sólo tenía 15 años, se quedó en casa. Ese mismo año hubo una desgracia, murió su padre, lo que también afectó al presupuesto familiar. Los pensamientos sobre ir a la universidad, vivir y estudiar en la costosa capital debían dejarse para tiempos mejores. Fue a servir al ejército. Desde el primer mes de servicio militar, se fijaron en él como artista, ya que hizo un par de dibujos para sus compañeros. Fue llamado al cuartel general y se convirtió en artista del regimiento. Había muchas órdenes y era muy popular en su unidad militar. Tras el servicio, le ofrecieron un trabajo fijo en la capital como diseñador gráfico, pero lo rechazó porque decidió que eso limitaría mucho su libertad y sus planes de futuro. A los 21 años, decidió ingresar en la Escuela Superior de Bellas Artes "Alexandru Plămădeală" de Chisinau (Moldavia). Y superó con éxito las pruebas de acceso. Pero al cabo de medio año tuvo que dejar mis estudios por dificultades económicas. Decidió trabajar y dejar la pintura como hobby. A los 26 años ingresó de nuevo en la Universidad, pero esta vez no como artista, sino como lingüista. Por razones prácticas y una situación económica débil en Moldavia, decidió buscar otra especialidad, porque con la informatización, los artistas se han quedado sin reclamo en el mercado. Tuvo éxito en sus estudios y recibió una beca para estudiar en Alemania. Allí se licenció en Filología Alemana y Comunicación. Al mismo tiempo, por supuesto, pintaba e incluso vendía sus obras. Después de estudiar, se trasladó con su futura esposa a Lituania, donde sigue viviendo. Literalmente, este movimiento determinó su profesión de artista. Sus sólidos conocimientos de filología alemana no eran necesarios sin el conocimiento de la lengua lituana, y la pintura volvió a pasar a primer plano. Desde entonces trabaja como artista y le gusta mucho este trabajo. Sus cuadros están en muchos países del mundo. Trabaja constantemente en sus habilidades, prueba y mejora. Sus cuadros cuelgan en las galerías de Vilna y Kaunas. Pero la mayoría de sus clientes son estadounidenses, ni siquiera puede decir con seguridad cuántos cuadros hay en EE.UU. y en qué estados. Todos los años participa en la feria de arte Art Revolution Taipei A. R. T. y varias veces ha sido nominado en los American Art Awards.