Antoni Pitxot

Retrato de mujer óleo sobre lienzo pintura pitxot

c.1970

Amigo y colaborador de Dalí y miembro de una familia de artistas, la producción artística de Antoni Pitxot (Figueres, 1934) parte de una pincelada realista de raíces expresionistas que, Al llegar la década de 1960, y habiendo decidido instalarse definitivamente en Cadaqués, se marchó para sumergirse de lleno en el surrealismo. A través de un complejo proceso creativo -el artista elabora modelos escultóricos con piedras de L'Empordà y Cadaqués que, teniendo en cuenta su significado antropomórfico, se convierten en el punto de partida de su obra pictórica-, la exposición traza un itinerario por los diferentes temas trabajados por el pintor, como la alegoría de la música o la alegoría de la memoria y el tiempo. Nacido en el seno de una familia de tradición artística y estrechamente relacionado con la familia Dalí (es su tío Ramón Pitxot, quien hace descubrir a Dalí el impresionismo y determina su vocación de pintor), vive con su familia en San Sebastián de 1946 a 1964. Allí tiene como profesor de dibujo a Juan Núñez Fernández, que también había estado un año antes que Dalí en Figueres. En los años 50, mientras practicaba el realismo expresionista, se dio a conocer con diversas exposiciones en San Sebastián, Barcelona, Madrid, Bilbao o Lisboa. En 1964 se instaló definitivamente en la casa familiar de Cadaqués. En este periodo, su obra experimenta un giro decisivo, ya que dirige la atención al estudio de los objetos de su entorno: las piedras de Cadaqués, a partir de las cuales da lugar a visiones anamórficas, antropomórficas y alegóricas, con las que conecta con una corriente subterránea de la pintura occidental que va desde ciertos maestros del manierismo italiano hasta el surrealismo. También durante estos años, reconstruyendo viejos lazos familiares, inició su relación con Dalí, que culminó en una amistad duradera.