Edouard John Ravel

Estudio de un campesino

Tío del compositor Maurice Ravel, Édouard Ravel nació en Versoix, donde su padre, de origen saboyano, se había casado con una nativa. Se formó en Ginebra, primero en los talleres de pintura esmaltada de la Fabrique genevoise, después con Barthélemy Menn y Alfred van Muyden en la École des beaux-arts, donde él mismo enseñó artes aplicadas a la industria e historia del arte, de 1889 a 1916. Trayectoria honorífica: miembro de la Comisión Federal de Bellas Artes, de la Sociedad de Acuarelistas Suizos y del Comité de Bellas Artes de la Sociedad de las Artes de Ginebra . Expuso en París (Salones de Artistas Franceses, Exposiciones Universales de 1878 y 1889), Niza, Lille, Amberes, Lyon, Zúrich, Montreux, Neuchâtel y Ginebra (incluida la Exposición Nacional de 1896) y obtuvo distinciones y medallas, dos premios en el concurso para la decoración del Tribunal Federal. Su Justice des Helvètes (1893), realizado entonces en gran formato sobre lienzo, se reproducirá como tarjeta postal, así como en un libro de texto escolar de historia de Suiza. Encargos para la decoración del ayuntamiento de Plainpalais, más de cien retratos e ilustraciones para diversas revistas y dos libros, Un vieux pays, sketches valaisans (1889) y una biografía del cardenal Gaspard Mermillod (1905). Los críticos Jules Cougnard, Georges Dejean y Léon Dunand se interesaron por él. Correspondencia con el escritor Philippe Godet y el pintor Auguste Bachelin. Amigo del pintor Alfred Dumont, que le acompañaba en sus excursiones a la montaña, o del grabador Georges Hantz, primer director del Museo de Artes Decorativas de Ginebra, también frecuentaba al pintor Rafael Ritz. Ravel se casó con su alumna Marie Lancet, a la que representó a menudo trabajando, sobre todo en Valais, pero cuya obra desgraciadamente ha desaparecido casi por completo. La obra de Ravel es tan variada en técnicas y formatos como en temas, y su eclecticismo puede haber desconcertado a los críticos. Su dominio del aguafuerte y la acuarela atestigua una espontaneidad seductora. Pero su estilo es diferente del de la Escuela de Savièse, y Ravel apenas parece haber tenido contacto con sus colegas del Valais, ni con Eugène Burnand, cuyas maneras y temas le son a veces próximos. Su último periodo está marcado por un cierto simbolismo y la aparición de temas alegóricos o mitológicos, como Música y danza (1896) o La fuente de la juventud (1914). En cuanto a su interés por la música, sin duda no es ajeno al éxito de su sobrino Maurice Ravel.