Pio Santini

Óleo impresionista de época de una mujer por Pio Santini

1960's

Pio Santini nació el 17 de abril de 1908 en Tívoli, Italia. Demostró un precoz gusto artístico y dotes para el dibujo y la pintura. En 1933 se trasladó a París, a Montparnasse, el barrio de los artistas, donde instaló su primer estudio. Se le puede considerar miembro de la Academia de París, un importante movimiento artístico de la primera mitad del siglo XX junto al que se encuentra Amedeo Modigliani. Mientras asistía a las clases de artes plásticas de la Escuela Estienne, Santini empezó a llamar la atención en diversos Salones parisinos (el Salón de Invierno, el de los Independientes y el de los Artistas Franceses). La Segunda Guerra Mundial, el conflicto entre su país natal y su país de adopción le trastornó mucho. Participó en la reanudación de los intercambios culturales entre Francia e Italia, fundando, después de la guerra, la asociación "Los Romanos en París" y creando, durante unos diez años, el Premio Villa d'Este, que recompensa cada año a un artista francés. Más tarde, el "Premio Montparnasse" recompensaría del mismo modo a los artistas italianos en París. Dedicado a la pintura, trabajó como ilustrador de arte para la edición y la prensa y nos dejó una rica obra de este periodo. En los años sesenta, Santini decidió vivir de su pintura. Participó activamente en numerosas exposiciones colectivas en Francia y en el extranjero. Exponía regularmente en los salones parisinos, de la mayoría de los cuales era miembro. Participante asiduo en el Salón de los Artistas Franceses, fue recompensado a menudo: Gran Premio del Salón en 1970, en 1974, medalla de oro en 1971, Premio del Ernest Marché en 1974. Santini vivió sus últimos años en Garches, cerca de París. Trabajó allí hasta que murió a los 78 años. Manteniéndose en la vanguardia del arte contemporáneo, Santini desarrolló una obra personal de coherencia formal constante. Es un artista de dos épocas, los comienzos de su carrera, los años treinta, y su renacimiento, los años sesenta, cuando el artista puede volver a pintar. Entre estos dos periodos, la Segunda Guerra Mundial afectó gravemente a su crecimiento pictórico, aunque todo había empezado auspiciosamente para el joven pintor, cuya determinación de dedicarse a la pintura se muestra claramente en su autorretrato de 1928. Los años treinta, tras las revoluciones del cubismo, la abstracción y el surrealismo, habían vuelto a poner de moda el arte figurativo, mediante la afirmación de una vitalidad estética bastante próxima a las preocupaciones de Pio Santini. Su antiguo talento de escultor (Busto del Conde Colonna, 1929) se aprecia en su pintura en las proporciones y volúmenes de los cuerpos. Sus desnudos tienen una vitalidad hedonista en la que el toque animado intensifica la sensualidad. Los temas elegidos son tradicionales y el enfoque es deliberadamente figurativo, pero el toque animado de Santini, su gusto audaz pero seguro por los colores, transfigura su iconografía. El lenguaje triunfante de los años 60 tendía más hacia el Pop Art, opuesto al universo pictórico de Santini. La modernidad quería entonces ser sinónimo de progreso y provocación. Estos conceptos alimentaron la ideología vanguardista intransigente. Por otra parte, Santini seguía la tradición figurativa.