Georgy Kurasov nació en 1958 en la URSS, en lo que entonces era Leningrado. Sigue viviendo y trabajando en el mismo lugar, pero ahora el país es Rusia y la ciudad se llama San Petersburgo.
Georgy pasó su infancia en el Lado de Petrogrado, al norte de la ciudad, en un diminuto piso con ventanas que daban a un patio aún más diminuto. Por lo que recuerda, modelaba cosas con plastilina y dibujaba descansando en los vastos alféizares de madera. A los trece años, su madre le matriculó en la escuela de arte de la Academia de las Artes. En la entrevista le explicaron amablemente que no había nada para Georgy en el departamento de pintura, ya que carecía totalmente de sensibilidad para el color. Así que sugirieron a Georgy Kurasov que se uniera a la clase de escultura.
En cierto modo se alegró, pues todas las imágenes pintadas que le mostraron le parecían terriblemente aburridas, y Georgy tenía un gran interés por la forma.
En 1977 Georgy Kurasov ingresó en el departamento de escultura de la Academy Arts. Pasó seis años en el vasto estudio de un edificio construido en tiempos de Catalina la Grande, a finales del siglo XVIII. Aquellos estrechos e increíblemente altos pasillos abovedados, los vastos estudios, todo estaba habitado por los fantasmas de maestros muertos hace mucho tiempo, de épocas pasadas, cuya influencia era muy real. La Academia era una sólida amalgama de templo y prisión de las artes. Sin embargo, aquellos años en la Academia fueron los mejores de su vida. Casi todos los amigos y colegas de Georgy datan de aquellos años.
Fue entonces cuando Georgy conoció a su maravillosa Zina, que más tarde ocuparía casi todo su espacio, tanto físico, en su vida, como creativo, en sus obras.
No fue la época más fácil. Para participar en exposiciones tenías que tener algo que mostrar. Y para crear ese algo que mostrar, tenías que tener un lugar en el que crearlo. Georgy no tenía dónde. Por fin, sin embargo, consiguió unirse a las felices filas de los miembros de la Unión de Artistas, le asignaron su pequeño estudio y estaba en la cima de la felicidad.
Georgy Kurasov empezó a pintar, pero pronto quedó claro que vender sus cuadros a un precio aceptable iba a ser imposible, por lo que tuvo que alimentar a su familia produciendo pequeños pasteles que Georgy vendía a través de pequeñas galerías.
En 1993 sus obras se expusieron por primera vez en EEUU. Desde entonces, Georgy Kurasov ha expuesto y vendido sus cuadros exclusivamente en Norteamérica.
Los estadounidenses ven a Georgy Kurasov como un artista ruso, los rusos como un artista estadounidense. Los pintores creen que es escultor. Los escultores están seguros de que es pintor. Y cuando Georgy Kurasov piensa en ello, le gusta bastante esta existencia límite. Tal vez sea lo que le permite ser él mismo, no ser como los demás.
Creador:
Georgy Kurasov (1958, Ruso)
Año de creación:
2018
Dimensiones:
Altura: 101,6 cm (40 in)Anchura: 76,2 cm (30 in)Profundidad: 2,54 cm (1 in)