Anna Pennati

Febo

2007

Nacida en Milán, desde muy pequeña Anna mostró una atracción innata por el dibujo y los colores. Tras licenciarse (Maestra de Arte) en la Academia de Bellas Artes de Brera, comenzó su carrera en la animada y estimulante escena artística milanesa. Sus obras fueron recibidas inmediatamente con entusiasmo por la crítica y el mercado. Nunca satisfecha con el éxito, Anna Pennati continuó incesantemente su viaje personal y artístico en busca de la síntesis perfecta. Pasó así por varias fases estilísticas: dibujante de rara habilidad, pronto se separó del estilo académico para acercarse a formas y colores en los que el trazado gráfico dominaba la escena, con distorsiones de la figura que poco a poco intentaba liberarse. Siguió una fase en la que la obra nació del lienzo. En otras palabras, a la aplicación inicial del color siguió el reconocimiento de formas y figuras que la artista sacó lentamente a la superficie desde las profundidades de su mente. En 2001 participó en la Artexpo de Nueva York y posteriormente trabajó en Londres. Las Artspace Galleries de Mayfair, uno de los lugares de arte más prestigiosos de la capital inglesa, fue su punto de referencia/dirección durante ese periodo. En Milán conoció a Valery Giscard D'Estaing, ex presidente francés; un hombre de cultura refinada, que compró uno de los retratos que Anna Pennati le dedicó. Anna Pennati es una artista dirigida al mundo del arte internacional, en sus 25 años de carrera ha participado en más de 50 exposiciones en galerías privadas y espacios museísticos, como el Museo del Patrimonio Cultural Capuchino de Asís, Miart de Milán, Artspace Galleries de Londres y la Northwest Sezession de Wilhelmshaven (Alemania). Pennati pasa hábilmente de un tema a otro con gran variedad, utilizando de vez en cuando un estilo y una técnica más apropiados para el propósito concreto que se propone. En general, su soporte preferido es el acrílico sobre lienzo, que hace prevalecer los signos fuertes, junto al color, protagonista absoluto de sus cuadros semiabstractos. En las últimas obras, las formas, los colores y las líneas se persiguen continuamente, a veces "colaborando", a veces "excluyéndose" para llegar a obras de arte en las que la investigación se dirige al arquetipo de las ideas. Así pues, las obras son la expresión esencial del pensamiento y dialogan con el espectador tanto visual como mentalmente, dejándose percibir lentamente.