Hunt Rettig

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La obra de Hunt Rettig se sitúa en el nexo de unión de la instalación, la escultura y la pintura, un experimento visual y conceptual para superar los límites y cultivar el asombro. Cada uno de los montajes de Rettig está animado por una cadencia particular, cuya línea de base es un sublime enrollamiento y desenrollamiento de formas curvilíneas. Para lograr estas originales construcciones, Rettig reúne una colección de materiales -películas de poliéster, cauchos sintéticos, plásticos moldeables y pinturas acrílicas- de formas inesperadas. El proceso y las prioridades de Rettig como artista se hacen eco de su visión más amplia del mundo. Anota que lo que sabemos sobre nuestro universo es sólo una fracción de lo que hay que saber. Sin embargo, es en la conciencia de nuestro no saber cuando podemos empezar a ver que todo es posible: una fuerza galvanizadora para la creación. Con los límites indefinidos, lo que podemos conseguir o alcanzar sólo se ve obstaculizado por las narraciones de las que sólo nosotros somos autores.