Pinturas figurativas de Alessandra Gasparini

Alessandra Gasparini nació en Génova en 1964, pero ella diría que nació en el mar. Cuando era niña corría por la playa como una sirena principiante y allí se quedaba sola, escuchando los hechizos de las olas, la magia de las mareas y los secretos ocultos en las conchas? Allí mismo nació su pintura, una mezcla alquímica entre el agua salobre y la fragancia acre de los colores. Alessandra tuvo una larga formación artística que fue para ella no sólo un estudio, sino una forma de pensar. Estudió en Italia y Alemania y sus obras se expusieron en numerosas e importantes exposiciones privadas y públicas. Cuando Alessandra era niña tenía a su dulce musa, escondida en algún lugar de casa, esperándola. Esperaba los impastos adecuados, como el cadmio que tanto deseaba para su vestido. Al final, reveló Adelaida, el cuadro de Alessandra recibió un golpe emocional, un nuevo impulso creativo. Al igual que una verdadera musa, Adelaida es exigente y exige una devoción total. Los cuadros de Alessandra, en los que Adelaida es la única protagonista, se componen de colores cálidos y densos, creando atmósferas metafísicas procedentes de un alma rebelde y traviesa. Adelaida sabe todo esto y siempre le pregunta a su espejo: "Espejito, espejito que eres como una cuchilla. No me importa quién sea la más bella del reino". La Puella Aeterna de Alessandra Gasparini ha brillado en la mirada luciferina de su pequeña musa incomparable.