Un retrato del primer dirigible aliado que realizó un bombardeo desde el cielo, obra de un célebre artista cuya obra colgó en el Titanic.
Acuarela y tinta sobre papel grueso tejido para acuarela, 270 x 380 mm (10 5/8 x 15 pulgadas). Firmado en acuarela negra en la zona inferior derecha de la imagen. En muy buen estado, con pequeñas manchas superficiales en el reverso. Titulado "Verdún" a lápiz en el reverso, de puño y letra del artista. Adherido por el reverso al cartón en los márgenes extremos con cinta adhesiva no de archivo. Presentado con elegancia en un sencillo marco de arce de época. Titulado, fechado, inscrito y rubricado por el artista en una etiqueta en la parte posterior del marco.
Nacido en Cambridge en 1898 y educado en la Southsea School of Art, Norman Wilkinson es conocido por su arte gráfico, concretamente por sus imágenes de carteles de los British Railways, y también por algo bastante increíble: Wilkinson revolucionó el arte del camuflaje naval. Tras haber sido destinado a patrullas submarinas en los Dardanelos, Galípoli y Gibraltar durante la Primera Guerra Mundial como miembro de la Reserva de Voluntarios de la Marina Real, Wilkinson se sintió profundamente preocupado por el éxito sin precedentes que la flota submarina alemana tenía torpedeando barcos británicos. Esperaba encontrar una solución a esta enorme vulnerabilidad y, en un momento relámpago, tuvo una epifanía que lo cambiaría todo. Wilkinson cuenta en su autobiografía, A Brush With Life (Seeley, 1969), que se dio cuenta de que se podía pintar un barco para ocultar su forma contra el mar y el cielo. En sus propias palabras, Wilkinson afirma que el casco de un barco podía camuflarse "no para que fuera poco visible, sino de tal forma que rompiera su forma y confundiera así a un oficial de submarinos en cuanto al rumbo al que se dirigía". Tras algunas pruebas preliminares, la teoría que Wilkinson denominó "camuflaje deslumbrante" fue aceptada por el Almirantazgo británico y Wilkinson fue puesto al mando de la unidad de camuflaje naval. La unidad, que tenía su cuartel general en el sótano de la Royal Academy of Arts, estaba formada por Wilkinson y unas dos docenas de "camoufleurs"; eran artistas, estudiantes, modelistas y asesores, entre ellos un zoólogo. Los esquemas de deslumbramiento se probaban en maquetas y luego se distribuían a los artistas que estaban destinados en los muelles, donde se pintarían los barcos. Al final de la guerra, Wilkinson fue declarado formalmente inventor del camuflaje deslumbrante y premiado por su contribución.
Wilkinson siguió una larga y célebre carrera como pintor de escenas marítimas, buques de guerra y barcos de guerra. Fue presidente del Real Instituto de Pintores en Acuarela (RI) desde 1936 hasta 1963 (habiendo sido elegido miembro en 1906); fue elegido Pintor Marino de Honor del Escuadrón del Royal Yacht en 1919, y fue miembro de la Real Sociedad de Artistas Británicos, del Real Instituto de Pintores al Óleo, de la Real Sociedad de Artistas Marinos y de la Real Sociedad Escocesa de Pintores en Acuarela. En 1918 fue nombrado Oficial de la Orden del Imperio Británico (OBE), y Comandante de la Orden (CBE) en 1948. En enero de 1920 fue nombrado caballero de la Orden de la Corona belga.
Entre los muchos puntos de interés notables en relación con la carrera de Wilkinson está que su cuadro Plymouth Harbour, encargado por Cunard White Star Lines para la sala de fumadores de primera clase del
RMS Titanic...