Retratos de David Morier

David Morier nació en Berna (Suiza) aproximadamente en 1705. Llegó a Inglaterra en 1743 y obtuvo el patrocinio de Guillermo, duque de Cumberland, que se convirtió en su modelo más frecuente. La obra más reconocible de Morier es probablemente Un incidente en la rebelión de 1745 más conocida como La batalla de Culloden. Su obra se caracteriza por una meticulosa atención al detalle en el uniforme y el equipo, y era muy solicitado como retratista por miembros de la familia real, oficiales del ejército y otros miembros de la sociedad aristocrática. Realizó varios retratos ecuestres, de su patrón y de otros oficiales superiores, así como su mayor serie de obras, conocidas como las Pinturas de los Granaderos , que documentan los uniformes y el equipo del Ejército en los años previos a la Guerra de los Siete Años. Tras la caída en desgracia de Cumberland, la carrera de Morier entró en declive. En 1769 fue encarcelado por deudas y enviado a la prisión de Fleet, en Londres, donde murió el 8 de enero de 1770.