Giorgi Kukhalashvili Dibujos abstractos y acuarelas

Giorgi Kukhalashvili es un artista georgiano nacido en 1982 que vive y trabaja en Tiflis, Georgia. Es el fundador de la organización "Lenguaje del Arte". En 2002, terminó la Escuela de Arte Iakob Nikoladze de Tiflis. En 1998, durante el periodo de estudios en la Escuela Superior de Arte, Giorgi Kukhalashvili creó su obra titulada "Entrando en Jerusalén", que esbozaba sus aspiraciones artísticas y su interés por los temas religiosos. Más tarde, en el año 2000, terminó su cuadro "Misterio de Navidad", que hasta el día de hoy ocupa un lugar especial en su obra creativa. En 2005, paralelamente a sus estudios en la Academia Estatal de Bellas Artes de Tiflis, Giorgi Kukhalashvili abrió su estudio en el casco antiguo de Tiflis e inició una intensa actividad. En 2007 terminó la Academia Estatal de Artes de Tiflis, departamento de pintura. En 2010, sobre la base de su estudio, fundó la Unión de Jóvenes Artistas "Lenguaje del Arte". Numerosos jóvenes artistas y escultores se unieron al trabajo creativo del grupo. En 2010, Giorgi Kukhalashvili, junto con el grupo creativo, comenzó la realización de varios proyectos artísticos importantes. Participa intensamente en la vida cultural de Georgia y presenta sus obras tanto en su país natal como más allá de sus fronteras. El principal ámbito artístico de Giorgi Kukhalashvili abarca temas de misterio religioso, como el Misterio del Calvario, el Descendimiento de la Cruz, el Cordero de Dios, el Réquiem, la Cruz de Baraba, el Juicio Final, la Última Cena, el Misterio de la Ascensión, etc. También hay que destacar las composiciones de contenido lírico-alegórico en las obras creativas del artista, como Don Quijote, carnaval, casino, representación fallida, etc. Las obras de Giorgi Kukhalashvili se han expuesto en muchos países, como Georgia, Países Bajos, Rusia, Francia, Bélgica, Alemania y Estados Unidos. Los expertos en arte lo reconocen como un artista reconocido con una técnica y un lenguaje pictórico muy peculiares. Sus cuadros están cargados de una energía fuerte y positiva. Junto con el valor artístico, las obras de Giorgi Kukhalashvili tienen también una función social y política.