Arte de James Kelsey

James Kelsey fue bombero y obtuvo una licencia de piloto comercial y una licenciatura en comunicación antes de encontrar su verdadera pasión en las artes. Tomó su primera clase de soldadura hace más de 21 años y empezó a crear y vender arte incluso antes de terminar el programa. Pasó tres años trabajando para escultores locales y, en 2000, construyó su estudio y nunca ha mirado atrás. La obra de Kelsey es abstracta, de alto brillo y composición impecable, y atrae la mirada refinada de coleccionistas de todo el mundo. "Como artista autodidacta, me siento libre para explorar mi imaginación sin importar adónde me lleve", afirma. "Me gusta crear en abstracto porque requiere que el espectador aporte algo personal a la obra de arte. Tiene que recurrir a su historia, a sus pensamientos y a lo que ya conoce para aportar su significado a una escultura concreta. Rara vez hay una respuesta "correcta" y nunca una incorrecta; esto da al espectador una sensación de poder y hace que mi obra sea interactiva a nivel intelectual." Ya sea pintando o esculpiendo, la obra de James Kelsey se eleva tanto física como emocionalmente. Le gusta la verticalidad de alcanzar el cielo y cree que la escultura más grande que la vida puede tocar el alma humana de un modo que muchas otras formas de arte no pueden. "Mis materiales estándar son el acero inoxidable de alta calidad y el bronce al silicio, porque estos metales son muy duraderos y atemporales", explica. "A pesar de ser caro y difícil de trabajar, me encantan los resultados. Me centro en la atención al detalle para cada pieza única de principio a fin". La obra de Kelsey está representada en colecciones públicas y privadas de todo el mundo.