Pinturas de Mario Jung

Nacido en Seúl (Corea del Sur) el 14 de septiembre de 1949, Myung "Mario" Jung comenzó su prometedora carrera como artista profesional a mediados de la década de 1980. Tras graduarse en la Escuela Industrial de Seúl en 1971, Mario anhelaba que su talento artístico tomara vuelo y en 1986 participó en la Exposición de Bellas Artes de la Asociación de Artistas de Seúl, donde obtuvo el Gran Premio de pintura de estilo occidental. Debido a este éxito inmediato, Mario fue invitado a formar parte de la Asociación de Artistas de Seúl, a la que pertenece desde hace más de 30 años. Su vida cambió radicalmente cuando quedó paralítico, ciego y sordo como efectos secundarios de una catastrófica caída desde un tercer piso de un balcón. Ni siquiera le interesaba la comida, Mario se estaba rindiendo hasta que tuvo un sueño espiritual que le renovó las fuerzas y las ganas de vivir. Dejando asombrados y perplejos a médicos, familiares y amigos, Mario se recuperó por completo y desde entonces ha desarrollado meticulosamente su flexible estilo artístico. Su talento polifacético le permite crear paisajes ricamente coloreados, rebosantes de textura y calidez, que a menudo requieren el uso de hasta 12 tubos de pintura al óleo. Las pinceladas anunciadas por los campos de color y la pintura espesa llevan al espectador a la puesta de sol a través de las amapolas que se extienden, o lo ponen a salvo bajo la sombra de un árbol. En cambio, sus pinturas realistas (realismo matizado) crean sutileza y sensualidad cuando unos tranquilos peces danzan por su acuario o unas peras se reflejan en un lienzo negro y descarnado. Verdadero artista de talento, la emergente popularidad de Mario se ve acrecentada por su capacidad para crear obras tan diversas. Sus cuadros siguen ganando popularidad y valor. Los coleccionistas de los cuadros de Mario abarcan ya varios continentes, incluidos más de 20 estados de EE.UU., su Corea natal, Alemania y España, con lo que ha obtenido reconocimiento internacional a una edad aún temprana. Ahora Mario dedica su tiempo libre al voluntariado en el Ejército de Salvación.