Esculturas de Tolla Inbar

Tolla está considerado uno de los mejores artistas israelíes que trabajan en la actualidad. Nacida en Alemania en 1958, Tolla asistió a la escuela Merz de Stuttgart hasta 1971. Allí se especializó en el arte de la cerámica y la escultura, desarrollando su destreza en una forma de arte que se convertiría en una historia de amor para toda la vida. Entre 1977 y 1984 estudió en el Instituto Bustan y en el Instituto de Arte Avni, donde trabajó en piedra y madera con conocidos escultores rusos. Durante estos años de experimentación con diversos materiales, transformó su estilo de realista y figurativo a más expresivo y semiabstracto. Tolla describe su proceso artístico como un "impulso incesante por seguir creando distintas expresiones de la antigua búsqueda espiritual humana de lo divino". Esto es evidente en sus esculturas de cuerda, que son a la vez únicas y naturalistas, equilibradas y fluidas. Al combinar materiales contrastados como la madera, el metal y el bronce, consigue reflejar la tensión o lo que ella denomina "optimismo espiritual". La convicción de Tolla es que "nuestro mundo está compuesto en su mayor parte de luz y energía, de modo que teóricamente la victoria de la energía (espíritu) sobre la materia es sólo cuestión de tiempo". Las obras de Tolla se encuentran en numerosas colecciones privadas de Alemania, Francia y Estados Unidos.