Se inspiró originalmente en las ensoñaciones y en las curvas suaves y ondulantes de las formaciones nubosas. Los círculos entrelazados de la pulsera Happy Dreams de Chopardevocan la flotabilidad y el movimiento, atributos que desde hace tiempo son fundamentales en los diseños del legendario joyero suizo.

Aunque el accesorio se introdujo en 2016, la pulsera Sueños Felices tiene sus raíces en una excursión que tuvo lugar 40 años antes. Fue entonces cuando Ronald Kurowski, diseñador de Chopard -que, en aquella época, era principalmente un fabricante de relojes de precisión - se topó con una majestuosa cascada, con sus chispeantes y juguetonas gotas de agua brillando bajo el resplandeciente sol, durante un paseo por la Selva Negra de Alemania. Se preguntó: ¿Podría recrearse ese momento de alegría en un reloj? ¿Los diamantes, liberados de sus engarces, brillarían con un resplandor similar?

Al observar por primera vez esta idea materializada en un gran reloj para hombre -en el que 30 diamantes flotantes se movían delicadamente por la esfera según el movimiento de la muñeca-, Karin Scheufele, copropietaria de Chopard, señaló: "Los diamantes son más felices cuando son libres". Así se lanzó el reloj Happy Diamonds en 1976, y desde entonces los diamantes y las piedras preciosas, sueltos de sus engastes, se han convertido en una firma de Chopard, que empezó en 1860 como proveedor de relojes de bolsillo de alta precisión y cronómetros.

La entrada de la marca en el mercado de la joyería aprovechó el legado del célebre reloj Happy Diamonds. Su primer diseño de joyería, el colgante Happy Clown de 1985, era un bufón de oro rosa con una sección central de joyas flotantes. Le siguieron un elefante, una mariquita, un osito de peluche y un corazón. Cada pieza se caracterizaba por su rasgo distintivo de "piedras sueltas".

La pulsera Happy Dreams se creó como parte de una colección que marcó el 40 aniversario de la joyería Happy Diamonds. Sin embargo, a diferencia de los diamantes de forma libre engastados sueltos en la colección Happy Diamonds, la pulsera Happy Dreams presenta un único diamante, engastado con garras y flotando sobre un fondo de nácar. Este engaste resalta la piedra prístina y crea un efecto llamativo que combina con la elegante forma del racimo de círculos entrelazados de oro blanco o rosa de 18 quilates de diferentes tamaños.

Al centrarse en diseños tan alegres como el brazalete Happy Dreams a lo largo de los años, Chopard se ha asegurado su papel como "el artesano de las emociones".