Hay una buena razón por la que la venerada lámpara de pie Tulip de Max Bill (1908-94) tiene un aspecto escultórico, pictórico y gráfico a la vez: El artista suizo que creó esta elegante lámpara tenía un talento polifenético. Bill fue uno de los principales defensores del diseño modernista en Europa y un escultor cuya obra ha sido objeto de exposiciones en el Los Angeles County Museum of Art y el Guggenheim. También trabajó como arquitecto, pintor, diseñador tipográfico y escritor. El diseño de productos era sólo una de las muchas cosas que Bill hacía bien.

Bill creó la lámpara Tulip para el fabricante suizo BAG Turgi, un renombrado productor de iluminación fina desde los años 40 hasta los 60, cuando debutó la Tulip. La luminaria, que ya no se fabrica, es una interpretación moderna y elegante de una torchière clásica, un estilo vertical de lámpara de pie con forma de antorcha. Realizado en blanco, el diseño de Bill -en el que la base y la lámpara son una única pieza continua de metal esmaltado- adquiere un brillo etéreo cuando se enciende. Cuando está apagada, la lámpara se convierte en una sutil pieza escultórica.

Bill diseñó la lámpara Tulip después de concluir su estancia en la Escuela de Diseño de Ulm, institución de diseño industrial de la que fue cofundador, arquitecto y primer rector. Inspirados por la Bauhaus -donde Bill estudió con Wassily Kandinsky y Paul Klee en Dessau-, los fundadores de Ulm pretendían fomentar el espíritu progresista de la Alemania de posguerra mediante la integración de prácticas artísticas y científicas. Con su forma escultural y sus componentes mecánicos hábilmente ocultos, la lámpara de pie Tulip es un símbolo adecuado de esa yuxtaposición.