Anillo de cóctel original de 1930 con incrustaciones a mano de rubíes y diamantes blancos en engaste de azabache

UNA HISTORIA FAMILIAR, LA HISTORIA DE UN JOYERO En 1927 Giovanni Battista Berca empezó a crear joyas tan bonitas y tan refinadas que su fama superaba la de cualquier otro maestro orfebre. En poco tiempo se convirtió en el joyero personal de familias influyentes que recurrían a él para sus pequeñas obras maestras en la tradición de la alta joyería clásica. Giuseppe Berca, su hijo, se negó a dormirse en los laureles de su padre y decidió que había que actualizar la tradición. Transformó su taller en una pequeña empresa y puso énfasis en el desarrollo del diseño creando su estilo personal. Siguiendo la filosofía de su padre, Marco Giovanni Berca dirige ahora la empresa: búsquedas estéticas unidas a elecciones inusuales en la selección de materiales son las bisagras que sostienen su investigación continua. "Hay que prestar atención al elemento del que parte nuestra actividad: la búsqueda y la selección de aquellas gemas que pueden parecer misteriosas y extrañas de forma natural y que, en manos del joyero, se transforman para parecer casi mágicas, gracias a su capacidad de luz, color y alegría: por eso detrás de cada colección hay una piedra: nos fascina un material único, su luz, su color, la chispa luminosa que puede materializarse ante nuestra mirada; todos ellos elementos que, en sí mismos, constituyen un comienzo, el inicio de una nueva investigación de formas y volúmenes aptos para plasmar nuestra idea de "bello" -dice.