Collar de cuentas Adler Genève de oro de 18 quilates y 190 quilates de esmeraldas, Estate Sultán de Omán

Los artesanos que están detrás de la casa de alta joyería Adler no son ajenos a la reinvención. La empresa, que se fundó en Estambul y ahora tiene su sede en Suiza, es conocida por cambiar con los tiempos, tanto en el diseño de sus bellos adornos como en su ética empresarial. Las joyas Adler, que incluyen collares colgantes, pulseras de eslabones y pendientes de gota, varían en estilo desde Art Déco a contemporáneo pero siempre se caracterizan por un atractivo atemporal.

Adler fue fundada en 1886 por el diseñador de origen suizo Jacques Adler como una pequeña boutique en Estambul. Formado en Europa, Adler combinó sus conocimientos de las técnicas occidentales de fabricación de joyas con las tradiciones de Oriente. Este enfoque único le valió a la casa una gran admiración entre su clientela, así como un nombramiento como joyero real. 

Tras casi 90 años y tres generaciones en el negocio, los nietos de Adler, Carlo y Franklin, decidieron devolver la empresa a las históricas raíces suizas de la familia. En 1970, hicieron las maletas y abrieron una boutique en Ginebra, uno de los principales centros de fabricación de joyas del mundo.

Como empresa familiar, Adler ha disfrutado de una gran libertad de expresión creativa a lo largo de las décadas. Esto se refleja en las amplias colecciones de la empresa, que integran desde brillantes piedras preciosas hasta materiales novedosos como la fibra de carbono.

Adler, una marca reconocida internacionalmente, expone sus magníficas creaciones en escaparates de todo el mundo. En 2012, inauguró una exposición en Tailandia, un evento exclusivo al que sólo se podía acceder por invitación y que se centraba únicamente en las ofertas de la casa. La empresa también participa regularmente en la Exposición de Joyería y Relojería de Doha (Qatar).

Hoy, Adler está dirigida por miembros de la cuarta generación de la familia, Karen, Daisy y Allen Adler. Siempre abiertos a nuevas ideas, los directores de la empresa intentan ahora ofrecer joyas para un grupo demográfico mucho más amplio. "Hemos adoptado un enfoque similar al de la industria de la moda", dijo Karen a la experta en joyería Katerina Pérez, "donde las marcas ofrecen alta costura además de líneas asequibles".

Con más de un siglo en el negocio, la estrategia parece funcionar.

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