Colgante de lapislázuli de 18 quilates

"Si haces lo que amas, no trabajarás ni un solo día de tu vida" son palabras por las que vivo. No siempre fui joyera, pero en cuanto empecé a crear mi arte supe que nunca haría otra cosa. Desde que tengo uso de razón, mis padres han querido que siguiera sus pasos y me convirtiera en dentista. En 2017, tomé una clase de diseño de joyas por capricho y me enamoré de este arte. Fue en ese momento cuando supe que quería cambiar de profesión y dedicarme a la joyería. Como egipcia, es natural que adoptara estilos de joyería egipcios en mis diseños.Mantener mi cultura en mis joyas es un aspecto valioso. Por eso llamé a mi empresa Nebu, que simboliza el nombre del oro en las antiguas civilizaciones egipcias. Además, me parece increíblemente importante preservar las técnicas antiguas. A medida que pasa el tiempo, las técnicas son cada vez más raras y la artesanía que requieren es aún más infrecuente. Para garantizar que la artesanía y las técnicas se sigan practicando, iré donde sea para aprender una técnica antigua. He visitado Nueva York y San Francisco, y he aprendido técnicas que van desde la filigrana a la granulación. A través de cada pieza que creo quiero asemejarme a mi cultura. Además, muchas de mis piezas se han creado en torno a una piedra, en lugar de buscar una piedra para completar mi diseño. La joyería era una pasión esperada, pero una pasión que cambió mi vida por completo, una bendición disfrazada. - Youmna Elsabry